Peña Ferrera 1827 m.
Ruta "jabalinera" desde Foradada del Toscar
Hoy madrugo como casi todos los días del año, he quedado a las 9 de la mañana con Miren que viene de Huesca para "estrenar" año en la montaña.
Tenemos previsto ir a los Llanos del Hospital y desde allí subir al Turonet del Puerto de la Picada, Miren con Raquetas y yo con esquís.
Desde el collado asomamos a la vertiente de Senz y Viu
Ya sabíamos que la meteorología no nos iba a acompañar, probablemente habría que recurrir a un plan "B". En Campo esta el cielo negro, aun así vamos hasta el fondo del valle para comprobarlo, en el aparcamiento Vado del Hospital nieva y la carretera completamente blanca. Como no tenemos ganas de "sufrir" para llegar a "ninguna parte" elegimos la opción de "nada de nieve", regresamos a Campo con tan buena suerte que esta despejando.
El Cervín y el Turbón a nuestra espalda
Tengo un plan en la manga y vamos a por el, nos desplazamos al cercano pueblo de Foradada del Toscar para subir a Peña Ferrera, nueva para los dos y según reseñas un tanto "jabalinera". Comenzamos la marcha por una pista forestal paralela al barranco del Toscar, llegamos a un mojón que parece indicar el comienzo del sendero, pues no, le dais una patada y lo desintegráis porque sirve para confundir a todo el que pasa y meterlo en un "berenjenal" de zarzas y vegetación sin salida.
La niebla entra por Foradada dando aires de alta montaña
Seguimos la pista hasta un deposito, por detrás subimos un par de terrazas buscando los primeros hitos de un sendero cada vez más marcado, remontamos el valle hasta confluir con el barranco del Toscar y la cabecera del Fontanals. Conforme nos alejamos del pueblo el sendero se va difuminando, llegaremos más o menos bien hasta un gran collado donde veremos la vertiente de Senz y Viu y como no la mole del Cotiella.
Miren en el vértice de la cumbre que encontramos en medio del bosque
Estamos en lo que desde abajo parecía la cima, queda aun mogollón de subir, vemos a la izquierda la cumbre defendida por varios farallones rocosos, no se adivina el paso. Continuamos por el cordal, los hitos desaparecen pero hay un rastro que dejan las ovejas, como lo perdáis sabréis lo que es estar atrapado por la vegetación mientras los malditos erizones te pinchan por todos lados. Ya lo dice mi amigo Isidro: "No descubras mundos nuevos que te cortaran los huevos".
Autorretrato de cumbre, ¡que "buenos" y "modestos" somos!
Nosotros lo perdimos varias veces pero conseguíamos volver a él, subimos rectos a los paredones en los que encontramos puntos débiles para ir superándolos prácticamente sin poner las manos. Algún momento llegamos a dudar sobre el éxito de nuestra expedición, pero como somos "cabezones" y nos va el "barro" tiramos para arriba por donde hiciera falta.
En la parte alta se "humaniza" la progresión y aparecen muy buenas vistas, las nubes se han levantado dejando cierta niebla que da ambiente de alta montaña.
Las mejores vistas sobre la mole del Cotiella
La cima es grande y hay bastante vegetación, buscando entre la misma encontramos el vértice geodésico desde el que no se ve nada. Avanzamos por el lomo a salir de la vegetación y poder contemplar las buenas panorámicas que tiene esta modesta y desconocida cumbre.
Apenas comemos, tenemos la cena de Nochevieja aun en el esófago hacemos las fotos de rigor y emprendemos el descenso. Esta vez Miren va primera, le "cedo" la labor de investigación para encontrar la "salida".
Parece que hasta el Turbón tiene nieve
La clave es no perder el rastro de las ovejas que en verano suben a pastar en la cima, lo malo es que a veces pasan por donde nosotros no cabemos. Menos mal que llevamos el pantalón de nieve que es "gordo", aun así acabamos con las piernas "pinchadas".
El retorno fue rápido y bastante directo, apenas tuvimos algún "amago" de perdida recuperando el itinerario enseguida.
Peña Ferrera es una buena opción "B", casi 900 metros de desnivel que parecen más, pico bonito y entretenido con un aire total de aventura, no recomendable a quien se agobie cuando pierde el sendero, selvático total.
Impresionante vista sobre el valle de Bardají
En Campo fuimos a mi casa a tomar unas cervezas juntos y picotear algo antes de despedirnos. Miren regreso con su coche a Huesca y yo me pase a casa "Ferrer" donde me invitaron a una merienda cena consistente, a base de las sobras de la cena y la comida de Año Nuevo.
Con la satisfacción de haber pasado cuatro días geniales regresamos José Luis y yo resignados a Zaragoza, mañana trabajamos. Yolanda se queda con Violeta en Campo hasta el próximo fin de semana.
Reseña de la ascensión:
Ascensión a otra cumbre de la Sierra:
Track para GPS y ver la ruta en Google Earth: