CRÓNICAS MONTAÑERAS: Mulhacén 3482 m.

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martes, 10 de septiembre de 2013

Mulhacén 3482 m.

Sábado 3 de Agosto:

Sierra Nevada

Mulhacén 3482 m.

Segunda etapa: Refugio del Veleta - Mulhacén - Mulhacén II - Hoya del Portillo

Esta noche se ha llenado el refugio de Carihuela, sube mucha gente en telesilla por la estación de esquí de Pradollano. Me cuentan las chicas que alguno se quejaba de mis ronquidos pero luego resulto que el roncaba más, Bea me tiene "crucificado" le da pánico pensar dormir conmigo porque no pega ojo.
Nos levantamos lo que para nosotros es tarde, cuando la luz ya no deja dormir pensando que estaríamos solos. Cual es mi sorpresa cuando veo que somos los primeros en movernos, resulta que aquí vamos "de madrugadores".

Refugio del Veleta donde hemos pernoctado a 3200 m. de altitud

Hemos pernoctado a 3200 metros de altura, pensaba que tendríamos ligero dolor de cabeza por el problema de la aclimatación, ninguno de los tres hemos sentido la mínima molestia. Desayunamos, nos despedimos de la "peña" que se empieza a levantar y comenzamos la ruta. Parece ser que el miedo de la gente es atravesar unos neveros bajo el refugio sin crampones, esperan a que de el sol para que se transforme la nieve, la temperatura es agradable y los neveros los pasamos como "Pedro por su casa".

Bajando del collado de Loma Pela a la laguna La Caldera

Andamos por la pista retrocediendo sobre nuestros pasos de ayer pero sin abandonarla nada más que para atajar en el rodeo que da a Loma Pelada. Subimos a un collado y al llegar arriba tenemos sorpresa, en la vertiente de la laguna la Caldera un empinado y duro nevero corta el paso, se puede intentar rodear pero puede ser peor el remedio que la enfermedad. A pesar de estar bastante dura la nieve me enfrento tallando huella a base de patadas para que bajen Bea y Sandra seguras.

Flanqueando la laguna de la Caldera

Superado este corto inconveniente flanqueamos la laguna a media ladera por un buen sendero hasta el refugio de la Caldera, similar al del Veleta y bien conservado. Hemos llegado en la mitad del tiempo que preveíamos, solo queda la larga rampa de piedra suelta que finaliza en el techo de la Península.

Vértice del Mulhacén

Hay infinidad de personas subiendo por los cuatro costados, andando y en bici, por la loma del Mulhacén vienen en oleadas, parten todos juntos cuando les deja el autobús. Podemos ver de todo menos gente bien equipada que son cuatro gatos, la mayoría en zapatillas o como mucho de trekking, sin mochila o simplemente con una bolsa de tela colgada de dos cuerdecitas. Lo más "patético" fue una señora entradita en años con zapatillas, bolsa de compra metida por las asas en la espalda y a su vez tirando de una niña pequeña en "maripis" que no tenia ninguna intención de andar por aquel secarral. Menos mal que es verano, porque si hubiera un cambio brusco de temperaturas no darían a basto para rescatar a todos.

Sentadas en la cumbre de la Península con el Alcazaba en primer plano

La cima es muy amplia, hay varias construcciones derruidas aparte del vértice geodésico y una pequeña capilla llena de recuerdos que deja la gente. Comemos algo y nos dedicamos a asomarnos por todas vertientes con buenos cortados, Bea trepa de un lado para otro yo me dedico a sacarle fotos con el zoom. También nos entretenemos viendo y oyendo al personal que va llegando y observando las dificultades que tienen para subirse en el vértice con la roca pulida.

El cielo se va cubriendo poco a poco, nubes negras que se aproximan amenazan con lluvia, así que nos retiramos.

Observando el paisaje al borde de los cortados

Descendemos por la vertiente de la Loma del Mulhacén, pasamos por el Mulhacén II que no es más que un vértice en medio de la loma. El sendero que va atajando trazos de una pista en desuso, no dejamos de cruzarnos personal y a la vez adelantando grupos que regresan al Chorrillo, junto al mirador de Trevélez donde para el autobús.

Nos desviamos a la derecha por la pista que baja al refugio de Poqueira, en una de las curvas la abandonamos a la izquierda por senda que comunica con el itinerario de subida. Alternado tramos de senda con pista llegamos a Hoya del Portillo donde tenemos el coche.

Pequeña capilla llena de recuerdos

Conforme perdemos altura la temperatura sube más y más, el tramo de Poqueira a la Hoya nos ha parecido eterno, echamos mucho de menos no tener una bicicleta para bajar.

Felices y contentos llegamos al coche con la satisfacción de haber cumplido cien por cien con todos los planes programados. Regresamos a Capileira, en una fuente junto a la pista polideportiva aprovechamos para refrescarnos y lavarnos lo mejor que podemos. Con ropa limpia y "perfumados" nos sentamos a la sombra y comemos con tranquilidad mientras pensamos que hacer, pues aun es pronto.

El Veleta de fondo, desde allí venimos

Decidimos avanzar en el viaje a Zaragoza así lo dividimos y mañana se nos hará mucho menos pesada la vuelta. Cuando me canso de conducir ya empezando a anochecer, en la provincia de Ciudad Real, paramos en una área de descanso cercana a Valdepeñas, montamos el "chiringuito" y preparamos la cena.

Amanecemos el domingo tras pasar la ultima noche de este viaje en el coche, desayunamos y tranquilamente completamos lo que queda de viaje hasta Zaragoza con parada a comer unos huevos fritos "por su sitio" que nosotros mismo freímos.

Bea trepando por todas piedras que sobresalen

Me he quedado muy satisfecho con este viaje, por encima de mis expectativas tanto por la compañía, Sandra y Bea junto a las que he disfrutado mogollón, como por los recorridos en la Sierra conociendo las principales montañas y valles. Hasta el día de turismo con tapeo por Granada fue de lo mejor, hacía tiempo que no lo pasaba tan bien yendo de bares.

Ya estamos planeando un viaje similar para el verano que viene, pero esta vez a los Alpes.