Segundo día del puente de Reyes en Benasque, ayer esquiamos por la Sierra Negra con sol y agradables temperaturas, el anticiclón continúa con previsión de vientos en aumento. Dudamos dónde ir, no queda otra que adentrarse en el glaciar de las Maladetas suponiendo que no hay porteo y la esperanza de encontrar nieve medianamente esquiable. Por la orientación norte no entra la luz en toda la jornada siendo una auténtico congelador a la sombra, planeamos coronar la Torre Cordier situada en el centro del glaciar bajo las Maladetas Occidentales.
Refugio de la Renclusa
Viajamos desde Campo al fondo del valle, aparcamos en el Vado del Hospital a la sombra con viento helador. Parapetados en el costado del coche nos equipamos para adentramos en el "Polo Norte". La pobre Yaiza está más "arguellada" que en el verano y se queda "tiesa" nada más salir del coche, para no pasar frío en invierno lo mejor es engordar un par de kilos que hagan función de abrigo natural y sobre todo alimentarse bien el día anterior.
Primeras palas
Andamos por la carretera unos diez minutos hasta el comienzo de las pistas de fondo del Hospital, se ven justitas de nieve, los tres milímetros que cubren el asfalto se encuentran perfectamente distribuidos. Da la impresión que por la noche contraten un grupo de albañiles que con llana en mano van cogiendo nieve del saco y la extienden como si estuvieran enluciendo una pared con yeso.
Abajo vemos la Renclusa
Foqueamos ligeros para entrar en calor, al llegar a Plan de Están vemos el tramo de carretera que sube a la Besurta sin nada de nieve, las pistas de fondo finalizan allí. El camino de invierno aparentemente tiene nieve pero dura como el demonio y sembrada de huellas de andarines, ni rastro de señales de esquí. Decidimos subir por allí y a la vuelta ya veremos, en cuánto llegamos a la primera cuesta pasamos de complicarnos la vida, ponemos crampones y porteamos esquís.
El Ibón de la Renclusa helado
Hicimos bien porque enseguida la nieve escasea apareciendo tremendas cascadas de hielo cristalino y mogollón de piedras. Nos costó más de lo debido llegar a la Renclusa, aún yendo con los pinchos había que tener cuidado. Desde el refugio el panorama es desalentador, a parte de que no hay nadie con esquís, seguimos sobre nieve muy dura.
Nieve dura y bacheada
Probamos poner esquís con cuchillas y sobre la marcha tomaremos decisiones, fue pasar el poste meteorológico y llegar a un callejón sin salida bloqueados por un patatal de huellas duras y rampas heladas. Retrocedemos unos metros y por una huella vieja logramos llegar al Ibón de la Renclusa muy cerca del barranco del Alba.
Pensando en el descenso
Rectificamos en busca del barranco de la Maladeta, progresamos por su orilla orográfica izquierda sobre unos lomos con nieve granulada, blanda y bacheada alternada con placas lisas por las que trabajamos con cantos y cuchillas como posesos. Permanecemos sin "catar" ni un segundo de sol con brisa "marinera" en aumento conforme ascendemos, pies y manos son los primeros en sufrir las consecuencias, a parte de la botella del agua en la que flotan los icebergs.
Las caras sur no conservan nada de nieve hasta las cimas
Con el objetivo cercano reconocemos que vamos justo de horarios, si nos empeñamos en coronar vamos a llevar un retraso de una hora con el tiempo máximo prefijado para dar la vuelta. Pero la cima está a tiro de piedra, si le digo a Yaiza que nos damos la vuelta estoy seguro que le da un "ataque", ya sería la segunda vez que se retira sin llegar.
Pico Paderna en primer plano y Mall Pintrat atrás
Reúno a las chicas y les dejo entrever la situación para que sean ellas las que tomen la decisión, mi plan sale "mal", siguen animadas y ninguna se plantea dar media vuelta, cruzo los dedos y pongo las pilas dirección a la cumbre. Lo que me preocupa es el descenso con esquís por semejante "berenjenal", se dan las condiciones para que el riesgo de una lesión sea "palpable", siempre queda la posibilidad de bajar con crampones aunque se nos haga de noche, cada uno lleva su linterna frontal.
A base de cuchillas
Dejamos los esquís bajo cima de la que nos separa una estrecha cresta. La Torre Cordier es una amplia meseta similar a un campo de fútbol rodeada de paredes verticales que por algún costado tienen más de 200 metros. Se accede a ella por la parte de atrás cruzando un estrecho filo que la une con las faldas del pico Cordier.
Vemos huella que se dirige a la cresta así que no tendremos problemas. Me coloco en cabeza siguiendo la huella y al llegar al filo, ¡sorpresa!, la huella se acaba, los últimos que subieron dieron la vuelta allí. Como no hay otra "posibilidad" me encaro con la cresta dando cramponazos para marcar buena huella y que las chicas pasen con seguridad.
Enseguida hollamos la enorme plataforma cimera de la Torre Cordier. Felices y contentos aunque también fríos como témpanos tomamos las fotos que inmortalizan la ascensión retirándonos con agilidad. Calzamos esquís y que sea lo que dios quiera, me lanzo y .................., pues no está tan mal la nieve. Igual es verdad aquello de que no hay buenas y malas nieves, sino buenos y malos esquiadores, y claro, nosotros somos muy "buenos" y modestos.
Contrafuerte de la Torre Cordier
Esquiamos íntegramente siguiendo la vaguada sobre el barranco de la Maladeta, es la única zona donde la nieve se conserva lisa y muy compactada pero los cantos afilados agarran a la perfección. El descenso es rápido y divertido, siempre con mucho tiento y controlando los movimientos. En la cota 2330 nos topamos con un resalte helado abandonando la hondonada del barranco.
Cima Torre Cordier al atardecer
Enfilamos al Ibón de la Renclusa para evitar las palas heladas en la parte central, con un poco de impulso nos plantamos en la puerta del Refugio. Teníamos pensado bajar lo que resta a la Besurta con crampones pero visto lo visto como somos tan "buenos" seguimos esquiando por el patatal. Básicamente derrapando por la huella y buscando la poca nieve sin pisar que queda entre los bojes llegamos esquiando al cruce de Aigualluts.
No lo parece pero el frío era horroroso
A partir de aquí la continuidad de la nieve finaliza, colgamos esquis y andando tranquilamente damos con la Besurta donde no hay nieve. Lo más "peligroso" fue la rampa de bajada a las pistas de fondo, una fina capa de hielo cristalino e inevitable tapiza el asfalto, tuvimos que extremar precauciones.
Una vez en Plan de Están calzamos esquís hasta los Llanos llegando al anochecer, Yaiza sacó su frontal para dar "fe" de que ibamos un "poco" justos. Andamos por la carretera otros diez minutos al Vado y el coche, fue echar rápidamente todo al maletero y encender la calefacción para templarse cuanto antes.
En el apartamento, con buena calefacción, una vez duchados y cenados se respiraba ambiente de satisfacción y más sabiendo que queda un día de fiesta para disfrutar. Mañana volvemos a Zaragoza y no podemos terminar a las "tantasmil", sin complicarnos la vida foquearemos por pistas desde el Molino de Cerler para coronar al final la cúspide del Pico Cibollés, lo que pensamos que sería un "paseo" nos reservó otra "aventura" en la parte final.
Castanesa 2858 m. - Roques Trencades 2755 m. - Estiba Freda 2701 m.
Cumbres de la Sierra Negra con esquís.
Pista de Ardonés - Vallverdera - Pico Castanesa - Collado de Ubago - Tuca de Roques Trencades - Barranco de Estibafreda - Collado Estibafreda - Pico de Estibafreda - Barranco de Ardonés - Cabaña de Ardonés - Pista de Ardonés. Con Anayet (la esquiadora) y Yaiza (la pro).
Las palas de Vallverdera esta duras incluso al sol
Aprovecho los tres días festivos de Reyes para subir al Valle de Benasque a esquiar. Me acompañan las "secretarias" Yaiza y Anayet, montaremos el campo base en mi apartamento. Viajamos desde Zaragoza el jueves por la tarde, nos detenemos en Barbastro a comprar la comida llegando para cenar en Campo.
Nieve bacheada
Seguimos con el eterno anticiclón, sol, poca nieve y muy dura, es difícil elegir dónde ir. El finde pasado subí al Pico Castanesa y encontré nieve medianamente "potable" así que regresamos a la zona de Ardonés para realizar una ruta circular más amplia y completa. Coronaremos tres cumbres, el Castanesa, Roques Trencades y Estibafreda.
El día de Reyes partimos de Campo a siete bajo cero dirección Benasque, de Castejón de Sos en adelante se nota la inversión térmica, cruzamos Benasque, subimos a Cerler continuando por la carretera al Ampriu donde alcanzamos los tres grados positivos, al sol se esta de "vicio". Las pista de Ardonés nace a un kilómetro y medio antes del Ampriu a mano izquierda y se puede subir con cualquier coche si no hay nieve.
Al fondo asoma el Cotiella
"Jugamos" con ventaja, sé del finde pasado que podemos recorrer en coche casi dos kilómetros de pista y salir foqueando. Estacionamos cuando la pista cambia de orientación, la nieve pasa de nada a toda. Poco ha variado en una semana, el espesor se aprecia prácticamente igual, salimos con los esquís puestos al desvío poco antes del puente que salva el barranco de Obago.
Cumbre Castanesa con Aneto detrás
Por seguridad y comodidad mando a las chicas poner crampones y portear hasta salir del bosque, yo subo con esquís y cuchillas haciendo "malabarismos". Superado el bosque y un flanqueo expuesto a la salida del corto tubo que da a las palas superiores, ponemos todos los esquís. Ahora entramos en el barranco de Vallverdera con palas amplias y pendientes suaves, pega el sol y seguirá haciéndolo toda la excursión.
Clavando cantos y cuchillas con "entusiasmo" hollamos la primera cima del día, el Pico Castanesa. Sol, sin viento y temperatura agradable, todo un lujo, pero no podemos perder demasiado tiempo, queda un buen trecho. Al poco rato coronan otros dos montañeros, Paco y Mabel, una pareja de Ejea y Jaca respectivamente que nos acompañarán el resto de la jornada.
Esquiada al collado de Obago
Esquiando por el amplio lomo descendemos al collado de Obago o de Castanesa, la nieve esta lisa y compacta, los cantos del esquí agarran bien. La remontada a la Tuca Roques Trencades es tan corta que ni merece poner pieles, subimos andando en pocos minutos. Bajo nuestros pies, al norte, se abre el barranco de Estibafreda que muere en Vallibierna, muy cerca de la cabaña de pescadores, luce un espléndido aspecto y tiene mucha nieve.
Collado de Obago
Intentando disfrutar esquiando nos lanzamos barranco abajo con la esperanza de encontrar nieve polvo, el plan nos salió "rana". Cuanto más descendemos más dura y empinada, unos doscientos metros más abajo "abortamos" decidiendo poner pieles y subir. Nos dirigimos bajo las laderas del Roques Trencades al collado de Estiba Freda, por su lomo pelado esquivando "calvas" coronamos la cúspide.
Cima Roques Trencades
Lo que resta es todo bajar, primero deslizamos por el cordal noroeste en busca del barranco de Ardonés. Es un amplísimo lomo que se bifurca a ambos lados del barranco, el camino normal baja por la derecha pero nos "equivocamos" tomando el izquierdo. La jugada salió bien porque a pesar de ser empinado conserva más nieve logrando llegar a la cabaña de Ardonés con los esquís puestos, por el otro lomo era necesario portear.
El Castanesa queda atrás
Cuando se publique esta "Crónica" ya estará desactualizado el estado de la nieve, las nevadas de esta semana han cambiado el panorama. Ahora va a tocar aguantar la "tabarra" que nos meterán los autoproclamados "expertos" en riesgo de aludes que cada año son más, multiplicándose como las setas.
Aún no había caído ni un solo copo y ya he oído vaticinios sobre el "enorme" riesgo de aludes que vamos a tener el fin de semana que viene. Está bien que nos informen, pero hacer cundir el "pánico" gratuitamente es para algunos una forma de sentirse más expertos y hacerse notar. Está claro que los aludes son un factor de riesgo que debemos de considerar a la hora de planificar nuestras salidas invernales, pero no es igual en un valle que en otro, en unas orientaciones que en otras, en unos picos que en otros.
Remontando el barranco de Estibafreda
Debemos ser más objetivos, no se pueden tirar "cohetes" al aire generalizando el riesgo, hay gente que tras leer esos partes cree que con pasar Huesca corre peligro de "muerte". Que poco nos han informado la mayor parte de estos "expertos" del elevado riesgo por salir al monte con la nieve dura tras cuarenta días sin nevar, hemos visto que las caídas por neveros y palas heladas son la principal causa de los accidentes invernales cada año.
Pala final al Estibafreda
Me hacen gracia los hoyos que se "cascan" paleando para ver los estratos de cada nevada y así valorar el riesgo, esto es tan arbitrario como cuando los de Aramón (Arramón, Arrasa las Montañas), dan el espesor de las estaciones. Por la cuenta que les trae deben de amontonar la nieve para seguidamente hacer la medición que les interesa completamente alejada de la realidad.
Cima Estibafreda con el Vallibierna
Lo que podían hacer es salir a esquiar, conocer cada montaña y confeccionar un mapa de riesgo, hay laderas que se hunden todos los años y otras que a pesar de las apariencias no caen jamás. A veces se producen aludes en lugares impensables pero suelen estar relacionados con algún pequeño movimiento sísmico asociado a una gran cantidad de nieve acumulada.
Muchos imaginan el hecho de ser atrapados y enterrados por un alud como una muerte lenta por asfixia, en el Pirineo no suele haber nieve polvo y los aludes son de bloques al resquebrajarse una placa o nieve pesada que no llega a enterrar pero produce infinidad de lesiones traumáticas, te mueres de todo menos por asfixia.
Espectacular Culebras - Vallibierna
Está claro que si queremos esquiar necesitaremos nieve y por consiguiente habrá un riesgo que deberemos valorar y asumir dentro de unos límites. Afortunadamente en nuestro pirineo existen picos adecuados para casi cualquier nivel de riesgo. En resumen, lo que necesitamos es información objetiva, experiencia y sobre todo sentido común. Por el hecho de salir a la montaña asumo un riesgo que supongo controlar, eso no quiere decir que el próximo domingo pueda ser yo la víctima. Enfinnnn.......¡¡¡¡¡
Segundo día del año y segundo de actividad montañera, hoy estoy solo e iré a esquiar, son pocos los sitios donde queda nieve y la existente esta dura y bacheada. Voy a lo seguro, subiré al Pico Castanesa por la pista de Ardonés. Kilómetro y medio antes del parking del Ampriu en la estación de Cerler nace la pista forestal de Ardonés.
Aparco en una curva donde la pista cambia de orientación
En verano tiene buen firme y se puede recorrer entera con un coche normal, en invierno lo habitual es que permanezca impracticable por la nieve y haya que foquear desde la carretera. Me llevo dos sorpresas, la primera que a pesar de alguna zona de hielo consigo recorrer en coche casi dos kilómetros de pista, justo hasta donde cambia de orientación apareciendo la nieve continua de golpe y porrazo.
Pino bloqueando la pista
Pongo esquís e inicio el foqueo por nieve mármol bacheada, en poco me encuentro dos frondosos pinos bloqueando la pista, parece imposible pero por debajo del tronco hay un hueco donde pasar, el segundo se cruza saltando por encima. Escasamente recorro un kilómetro de pista prácticamente llana hasta llegar al desvío para el Castanesa.
Imagen con contraste para ver la textura de la nieve
La segunda sorpresa es la cantidad de coches y gente que "campan" por la zona, con raquetas, crampones y esquís, incluso un par de tíos correteando con "zapatillitas" por el hielo. El sendero lo ha bajado derrapando tanta gente con esquís que al cabo de los días se ha transformado en un amplísimo camino similar a una pista de esquí alpino.
Aneto
Pongo cuchillas y emprendo el ascenso siguiendo el sendero de los esquiadores, a pesar de la dureza los esquís agarran bien y avanzo con comodidad. Salgo del bosque faltando una media ladera con un tubo algo expuesto, con cuidado lo supero plantándome en el altiplano del gran valle flanqueado por los picos Pasalovino y Castanesa.
Hacia Castanesa
Cuento una docena de personas por delante, la huella ni se marca, conforme asciendo la nieve se torna cambiante, dura, costra, granizo profundo, ............... Llegando a la cumbre me cruzo con todos que empiezan el descenso, el cielo esta un poco velado, en la cima sopla "rasca" pero no se está mal del todo.
Pasalovino al final
Como voy solo empiezo rápido a bajar para mezclarme entre los demás montañeros y tener posibilidad de asistencia si por casualidad me parto una pierna esquiando por semejante berenjenal. Fue mucho mejor de lo imaginado, no esta la nieve para "tirar cohetes" pero muchas veces hemos deslizado por nieves peores.
Yo en la cumbre con el Aneto
Cuando llego a la parte "peligrosa" en la embocadura del tubo dudo entre poner o no crampones, decido pasar con esquís y como siempre no era para tanto. El tramo de bosque se baja haciendo infinidad de entretenidos giros metiendo bien los cantos por la "autopista". Enseguida alcanzo la pista y el coche, se me ha hecho corto, he llegado el primero, intentando que no me dejarán atrás adelanté a todos.
De Maladetas al Russell pasando por Aneto y Tempestades
Feliz y contento finalizo mi estancia con un buen inicio del año montañero. Regreso a mi apartamento en Campo, ducha, comida y viaje de regreso a Zaragoza. El próximo jueves volvemos por la zona, debería de ser siempre igual, tres días de trabajo y otros tres de fiesta indefinidamente.