CRÓNICAS MONTAÑERAS: Lenquo de Capo 2716 m.

martes, 22 de marzo de 2022

Lenquo de Capo 2716 m.

Domingo 20 de marzo:
Lenquo de Capo 2716 m.

Desde Piau Engaly por el Collado de Lentilla

Con Anais (la quemabotas), Bibiana (bibi) y Rafa (el freerider).

Lenquo de Capo

Fin de semana de "cursillo" con Bibi al que se han apuntado Anais y Rafa. Hace dos meses que Bibi se puso esquís por primera vez, estuvimos enseñándole en las pistas de Piau Engaly y otro día foqueando por Cerler.

Aprovechando que teníamos dos forfait para Piau hemos vuelto a gastarlo y practicar antes de subir a un pico "de verdad" con esquís.

Empezamos ya nevando

El sábado de madrugada viajamos los cuatro desde Zaragoza directamente a la estación francesa de Piau Engaly, gozamos de una jornada con bastante nubosidad pero buena temperatura. La nieve ha transformado en todas orientaciones, Bibi se defiende muy bien recorriéndonos prácticamente toda la estación.

Empezamos con azules, rojas negras … y acabamos "inventando" pistas. Apuramos hasta echar el cierre, no hemos parado a comer, tenemos hambre de lobos, montamos el "tenderete" junto al coche y nos damos un homenaje con cervezas comiendo lo que apetece.

Las cumbres cubiertas

Hemos alquilado un apartamento en Saint Lary, nos desplazamos al pueblo francés a pasar noche. Por poco dinero tenemos un diminuto pero bien organizado apartamento con una habitación, salón, cocina, baño y cuatro camas.

Hemos traído la cena ya guisada para calentar y comer, pensamos ir pronto a dormir pero nos liamos a charrar y se nos hacen las tantas.

Teníamos mucha "fe"

El domingo regresamos a la estación de Piau Engaly con la intención de coronar el "sencillo" Lenquo de Capo como primer pico que subirá Bibi con esquís. La predicción meteorológica era buena pero no fue así.

Llegamos al parking con niebla y nevando ligeramente, supusimos que a lo largo de la jornada escamparía, así que nos preparamos e iniciamos el foqueo dirección a nuestro objetivo.

No dejo de nevar en toda la jornada

Teníamos "fe", demasiada diría yo, pero aquello fue a peor. La niebla espesaba y la temperatura descendió, el sol no llegó a salir manteniéndose la nieve "tiesa" toda la jornada.

No era un ambiente nada halagüeño como iniciación al esquí de montaña. Anais se defiende perfectamente, no tiene miedo y baja por donde haga falta, Bibi por pistas esquía bien pero la nieve virgen un día como hoy no tiene nada que ver.

Anais me pone cara de "borreguillo degollado"

Voy preocupado porque temo que se bloquee y retroceda todo lo que ha ganado, incluso tenemos que poner cuchillas en la parte alta para remontar con seguridad. La visibilidad es escasa y no se aprecia el relieve, infinidad de huellas viejas y restos de coladas semienterradas nos cogen por sorpresa.

Debajo del collado quitamos esquís para continuar andando con crampones hasta la cumbre. Las dos veces que hemos subido este año ha ocurrido lo mismo, niebla y nieve dura.

Momentáneamente se abre y vemos la cumbre

Regresamos a los esquís e iniciamos la esquiada rápidamente, la nevada se intensifica aumentando la niebla. Quitando un par de palas bastante pendientes el resto es "tendido", despacio y nosotros delante para que enfoque la vista, va esquiando con control.

Anais es la que se da "alegrías" y baja como una moto, me hizo un adelantamiento "kamikaze" justo cuando yo giré y no llegamos a estrellarnos pero paso por encima de mis esquís mandándome al suelo. !!!Anais, "asesina" .. ¡¡¡ 😧⛷️☠️

Ganamos el collado andando

Conforme bajamos mejora la visibilidad y la nieve reblandece, aparece el color rojizo de la calima "africana" contribuyendo a una buena percepción del relieve a pesar de la niebla.

Al final todos disfrutaron quedando buen regusto, lo que arriba era nieve en el parking lluvia constante. No pudimos ni comer, recogimos el material y al coche con la calefacción a tope.

Lomo cimero

Ya en España nos detuvimos en la antigua aduana española, junto al barranco de Trigoniero, protegidos bajo un tejadillo. Allí sacamos las sillas y organizamos el picnic para acabar con todo que nos quedaba cervezas incluidas.

En Sabiñánigo una segunda parada a tomar un café bien caliente y después completar el largo viaje de regreso a Zaragoza.