Portillón Superior
Recorrido con esquís por el glaciar de la Maladeta
Hoy quedo en Campo con Nacho (el patillas), Ángel (el cuñao) y Bea (la andaluza), vienen desde Zaragoza y Bea de Huesca, tras pegarse un madrugón inhumano. En mi apartamento tomamos un buen desayuno juntos que nos da energía para el resto del día.
Hacemos el transbordo al Nissan y proseguimos viaje hasta el fondo del valle, en el Vado esta "Dimitri" para darnos el alto, el "pobre" hombre no se ha visto afectado por la crisis y sigue en su puesto "jodido" de frío parando a los coches que no tienen reservas en el Hotel, con los años le hemos cogido "cariño".
Abandonamos las pistas de fondo en busca del camino de invierno a la Renclusa
El plan inicial a mitad semana fue subir al Aneto, conforme nos acercábamos al finde adecuamos el objetivo a los participantes. Ángel hace días que no sale y se encuentra "flojo", no se porque razón vino "acojonado" pensando que le íbamos a dar una "paliza", llevaba moral de "condenado" y lo hacia "manifiesto" sin cortarse un pelo, como resultado dejo al grupo con el entusiasmo "herido".
Objetivos mas modestos eran el pico Sacroux o el Turonet del Puerto de la Picada, tras informarnos bien y ver la cantidad de coladas que estaban cayendo por las caras sures, decidimos ir por la norte del glaciar dirección a la Maladeta Oriental. Esta opción no entusiasmo a Ángel porque era larga y con buen desnivel, así que salió del coche con la moral "tocada" pensando en darse la vuelta pronto.
Bea progresando por el glaciar
Despacio pero sin parar avanzamos sobre las pistas de esquí de fondo, nos desviamos por camino viejo atajando a media ladera hasta el refugio de la Renclusa.
Aquí empezó a dar el sol, el día era ideal para montaña, frío, limpio y soleado. El refugio esta rodeado por un gigantesco ventisquero y el porche de entrada enterrado por el mismo, se accede por un túnel que han excavado los guardas en la nieve, realmente impresionante.
Joan con el refugio de la Renclusa abajo
Nos estaba esperando Joan Roca para unirse al grupo. Juntos continuamos la ascensión, la nieve se encontraba en perfectas condiciones, prensada por el viento y "crujiente", el riesgo de aludes era mínimo, el glaciar es zona segura y estable para esquiar.
Poca gente vimos, el "miedo escénico a los aludes tira para atrás a la "peña" y no visitan esta zona. Esta claro que mientras haya nieve habrá riesgo, pero a poco que esperemos tendremos que portear y con el mismo riesgo, la nieve se sublima y se "regala" a marchas forzadas.
Enorme pared de nieve formada por el viento junto al desvío del Portillón
Hay picos para todos "riesgos", solo hay que saber elegir, las orientaciones más seguras no son las mismas en todo el Pirineo, depende de picos y temperaturas, generalizar y fiarse ciegamente de recomendaciones generales puede dar más que un susto. Si no sabemos, siempre queda el recurso de foquear por pistas balizadas.
Nacho va en cabeza marcando huella, Joan mariposea abriendo su propia traza, Ángel se mueve lento sin levantar la cabeza ni decir "mu", Bea va "enganchada" y yo tropezando con ellos cada paso.
Bea y Ángel llegan al Portillón con el Sacroux al fondo
Al final me escapo colocandome con Nacho, analizamos la situación y vemos que no hay horas en el día para llegar a ningún lado a este ritmo. No queremos forzar, es mejor bajar con sol para que todos disfrutemos y ya "coronaremos" otro día.
En el Portillón Superior damos el "alto", Joan quiere subir al menos hasta la base de la canal de la Rimaya y nos tienta, no nos dejamos convencer, en cuanto caiga el sol hará frío y no pensamos dejar a nadie solo, ni esperando, ni esquiando.
Cuando hago autorretratos pongo cara de "concentración"
Joan decide seguir solo, le controlaremos por teléfono y así saber que ha "sobrevivido", el resto del "pelotón" comemos resguardados de la brisa por un gigantesco paredón de nieve acumulada por el viento y comenzamos la esquiada.
La nieve esta en buenísimas condiciones, la visibilidad es perfecta, la esquiada es de las que recordaremos muchos años.
La parte alta del glaciar no tiene más nieve de la habitual, el viento la ha arrastrado al valle, hay multitud de piedras asomando por los cuatro costados.
Nacho esquía "alucinando" en colores
Todos gozamos un montón, Ángel que realmente fue traicionado por su propio subconsciente tenia energías de sobras para seguir subiendo y las uso para bajar dando un "recital" de estilo. Nacho parecía un niño con esquís nuevos y Bea con sus largos esquís controlaba como una profesional.
Cualquiera que nos viera pensaría que somos unos auténticos cracks sin ninguna duda. Paramos en la Renclusa para contemplar un rato los ventisqueros y la cueva de nieve, los guardas nos invitaron a "palear" por donde quisiéramos.
Túnel para entrar al Refugio de la Renclusa
Tras el book fotográfico incluyendo a los gatos y perros del refugio continuamos la esquiada a la Besurta, atajamos por un trazo de pista de fondo que nunca habíamos visto marcado, apuran un poco más y casi balizan pistas hasta el refugio.
La remada hasta los Llanos fue "leve", desliza bien y fuimos rápido, por la orilla de la carretera esquiamos hasta el parking del Vado.
En el porche del refugio. Al final os haréis mal con la pala, ¡gamberros!
Vuelta a Campo donde nos "premiamos" con una buena merienda y las correspondientes cervezas. Aprovecho para recoger el apartamento rápidamente y regresamos todos juntos a Huesca y Zaragoza en la "furgopatillera", mi coche se quedó en el garaje de Campo hasta la próxima excursión.
Enorme ventisquero junto al refugio
Reseña para subir a la Maladeta:
Una de nuestras ascensiones al Portillón Superior:
Una de nuestras ascensiones a la Maladeta:
Track para GPS y ver la ruta en Google Earth:
Track del camino con esquís a la Renclusa:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1636358
Ver todas las fotos:
https://photos.app.goo.gl/PFFMujPth1gab4o69
Ver todas las fotos:
https://photos.app.goo.gl/PFFMujPth1gab4o69
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