Llego la hora de la montaña, por la mañana dedicamos el día a charlas de mentalización, situación de nuestro pico, horarios, desniveles, material, mochila, forma de andar, agua, comida, precauciones......................... y a la preparación de la mochila.
Ademas incluida en una campaña del Gobierno de Aragón titulada "Montañas Seguras", recibieron una charla con un debate sobre el tema a la hora de evitar accidentes y como activar el rescate en caso de accidente.
Tras la comida iniciamos la marcha de aproximación para subir a dormir a la zona llamada la Espata por el camino de la fuente del Paco. El calor y la vida sedentaria de muchos participantes ralentizo mucho el ritmo pero al final todos llegaron "vivos"
Una abundante y energética cena nos recupero antes de dormir con las estrellas de techo dentro de nuestros sacos.
Collarada 2886 m.
A las 7 del día siguiente, con los valientes que decidieron conquistar la cumbre, emprendimos la marcha con fresco mañanero y cielo despejado.
Sin prisa pero sin pausa nos acercábamos a la ansiada cumbre, cruzamos varios neveros, cerca del collado de Ip nos detuvimos a reponer energías, organizamos en la nieve carreras de "trineos" y guerras con bolas de nieve.
Pasado el collado de Ip el paisaje sobre el ibón era vertiginoso y espectacular, en el tramo de roca final fue necesario "poner las manos", rápidamente pisamos la cumbre del valle del Aragón, Collarada.
Todos estaban super contentos por haber logrado el reto propuesto sin importarles el esfuerzo y sacrificio necesario. El tiempo era buenísimo y la cumbre nos invitaba a permanecer en ella indefinidamente.
Casi hora y media después iniciamos el regreso por la ruta de la Trapa y el barranco de Azus, completamos una vuelta circular.
La pedriza suelta bajo la canal de la cima y un gran nevero hicieron las delicias de todos, alguno quería subir para repetir el descenso.
El resto de la bajada se termino haciendo duro, al final, cansados, llegamos a la barrera de la pista donde nos recogieron las furgonetas de vuelta a Canfranc.
Una buena ducha en el albergue, relajación y estiramientos recargaron las pilas de los expedicionarios que estuvieron eufóricos hasta el final del día.
Todas las fotos:
Ruta de ascenso a Collarada: