Domingo 5:
Castillo de Acher 2390 m.
A las 7 de la mañana salimos de Zaragoza los "expedicionarios" rumbo a la Selva de Oza en el valle de Hecho.
Los componentes de la misma son:
Isidro (cachocabroncarapija), Anayet (la esquiadora), Alba (la maquina), Francisco (mi sobrino), Ángel (el cuñao), Oscar (el destalentao), Nacho (el patillas) y yo.
Superado el bosque con Peña Forca detrás
Paramos en Puente la Reina a tomar unos huevos fritos "por su sitio", con tranquilidad, una amena tertulia y muchas risas.
Al final tengo que recordar "a lo que hemos venido", pues parece que no tuviéramos nada que hacer en todo el día.
Cima del Castillo de Acher
Arrancamos de nuevo hasta Selva de Oza, muchos coches, aparcamos cerca del campamento, nos preparamos y empezamos la marcha.
Sin prisa pero sin pausa el grupo avanza bien por buenos senderos que alguna vez se empinan mucho. Sin darnos cuenta ya hemos salido del bosque, pasamos cerca del refugio de Acher.
Francisco ya ha ascendido, ahora es "el peor de los buenos" y vacila a Nacho
Siempre por sendero muy marcado vamos ascendiendo hacia el paredon hasta llegar a la brecha donde rompen las murallas que defienden el pico y nos permite pasar a su parte superior.
Nos queda rodear un pequeño valle kárstico interior por la parte superior de la muralla hasta llegar con las manos "en los bolsillos" a la cumbre más alta del Castillo en poco más de tres horas.
Alba con el Bisaurin de fondo
Permanecemos mucho rato en la cima, la temperatura es ideal, el paisaje al infinito, repasamos los nombres de todas las cumbres que se ven, comemos y hacemos muchas fotos.
Preciosa vista con las luces del atardecer
El descenso es "a tumba abierta", aprovechando la pedrera al principio y después corriendo por cómodos senderos de hierba, así evitamos cargar las rodillas.
En el bosque a la sombra se esta estupendamente, hacemos múltiples mini paradas que terminan en conversaciones hasta que alguno recuerda que hay que seguir bajando.
La "maquina" y el "peor de los buenos" recuperan energías en el descenso
Llegamos pronto al coche, nos cambiamos y vamos al chiringuito de madera que hay bajo un árbol milenario frente al campamento. Nos tomamos nuestras jarras de cerveza con patatas sentados a la sombra y comentamos las "jugadas mas interesantes" de la jornada.
Estudios científicos avalan la ingestión de cerveza después de un ejercicio físico intenso como muy beneficiosa, nosotros somos consecuentes, jejejeeee.....
Nos lo hemos ganado
Regresamos a Zaragoza con mucho más trafico por la carretera que el día de la operación retorno.
Reseña para subir al Castillo de Acher:
Track para GPS y ver la ruta en Google Eart: