Barranco Boca del Infierno
Séptimo día de Multiaventura Tebarray, recta final. Hoy reconoceremos el valle de Hecho con dos actividades, barranco y ferrata.
Un día tras otro de montaña no ha hecho decaer el entusiasmo de los participantes, metemos "caña" pero comemos bien y dormimos mejor, eso nos permite mantener el ritmo.
Empezamos con el acuático y divertido barranco, pasado Siresa dirección a Selva de Oza entramos en el congosto, en el único ensanchamiento de la carretera a la izquierda con bloques de roca aparcamos, con la segunda furgoneta retornamos para estacionarla junto al centro de interpretación del megalítico, donde finaliza el descenso.
Progresamos "navegando" por el río
Hacemos una pequeña aproximación remontando unos metros de carretera hasta llegar a un "hito" de piedras que señaliza el vertical sendero por el que bajamos al cauce ayudados por algunas cuerdas fijas. En la orilla nos ponemos el neopreno, arnés y casco, tenemos dos grupos delante, por detrás no hay nadie que nos "achuche", iremos tranquilos disfrutando del barranco para dar tiempo a que avancen y evitar esperas.
Primer pasillo, escavado y bonito
El inicio es una zona de bloques que vamos esquivando por donde mejor vemos, entramos en un pasillo con grandes paredes y zonas de corriente rápidas, nos dejamos llevar por el agua flotando con los pies por delante.
Otro pasillo más amplio visible desde la carretera desde la que nos contemplan los turistas tiene varios divertimientos, entre ellos saltos pequeños y la famosa "lavadora". Llegamos al largo pasamanos que se eleva valiéndose de una cornisa diagonal en la pared hasta situarnos encima de un gran bloque empotrado sobre el cauce a diez metros de altura.
En medio de la "lavadora"
Desde el pasamanos montamos una pequeña tirolina para "aterrizar" sobre el bloque y saltar sobre una poza muy profunda en el que hay que extremar el cuidado para entrar al agua verticalmente sin golpearnos con la superficie.
Para los que no tenemos ganas de saltar ni nos importa que nos digan ¡gallinaaaa....!, o simplemente inseguridad, montamos un rapel volado desde el bloque ajustado a la superficie del agua.
Asegurados al pasamanos nos situamos sobre el bloque empotrado
Nos queda un paso con corriente fuerte equipado con una cuerda de nudos para bajar con seguridad. La última dificultad es la gran cascada final donde da comienzo un largo y sombrío pasillo, profundo y con poca corriente, son seis metros de altura que obligatoriamente deberemos de saltar con algo de impulso para salir del radio de acción de la cascada.
Si a alguien le da un "ataque" de pánico es posible montar una tirolina sobre la cascada hasta la pared contraria, importante tensarla mucho evitando que nos caiga encima.
Con una tirolina nos colocamos sobre el bloque
Al final del pasillo el barranco se abre en una gran badina dando por concluido el descenso, a la derecha nace un sendero. Subimos verticalmente, ayudados por unos cuantos maderos y hierros medio rotos en plan "tarzán", pronto se "humaniza", se atraviesa una campa y damos con la carretera, bajamos unos metros hasta el centro de interpretación.
Desde el bloque si estamos "seguros" saltamos, sino mejor un rapel volado
El descenso fue tranquilo, los chavales disfrutaron mucho con el agua, el caudal era bajo pero suficiente, sin peligros añadidos.
Junto al mismo centro de interpretación nos tomamos la estupenda comida que nos preparan en el campamento y tras media hora de reposo nos adentramos en el valle con las furgonetas rumbo a Guarrinza.
Reseña para descender la Boca del Infierno:
http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/boca_del_infierno.htm
Vídeo con una composición de otros de nuestros descensos:
Vídeo con una composición de otros de nuestros descensos:
Vía Ferrata de Articalena en Selva de Oza
Una vez en Guarrinza abandonamos la carretera por una pista forestal que va a la casa de la Mina, camino común al ibón de Acherito. Cruzamos el puente y aparcamos, allí encontramos el cartel que indica el camino a la ferrata.
La primera pared vista desde lo alto
Dirección sur seguimos el sendero bien marcado unos diez minutos hasta dar con la pared donde se ve claramente el comienzo.
El primer tramo es vertical con abundantes grapas, poco a poco la pared se va tumbando desaparecen las grapas, utilizamos para agarrarnos los salientes y agujeros de la roca en plan escalada.
La pared se tumba, los agujeros en la roca sustituyen a las grapas
Alternamos pequeños resaltes más verticales con tramos de andar hasta llegar a la cumbre de la ferrata, la Peña Articalena. El descenso se hace siguiendo los abundantes mojones de piedras que nos sacan a los prados por un sendero muy marcado, cruzado un profundo barranco vemos los coches abajo, lo mejor es "tirarse" prado abajo buscando la menor pendiente y evitaremos rodeo innecesario.
El tramo más vertical visto desde la carretera
Esta ferrata es muy sencilla, ideal para iniciar, deportivamente no es interesante, la valoramos más paisajísticamente y como una opción para conocer el valle desde las alturas. A los chavales les gusto pero no les llamo demasiado la atención.
De vuelta a Ansó y como casi de costumbre, otro grupo de acampados del campamento Tebarray de los peques nos esperaba para tener su sesión de iniciación al rapel.
La reunión de esta noche iba a ser especial, tenemos que preparar todo para la actividad estrella de la Multiaventura, la ascensión a Monte Perdido que realizaremos en dos días.
Reseñas para recorrer Articalena:
Otro de nuestros recorrido por Articalena: