viernes, 3 de septiembre de 2010

Aigüeta de Barbaruens

Domingo 29:
Barranco de Barbaruens

  Tercer día de actividad un poco más relajados, descendemos el barranco de Barbaruens, aunque con su hora y media de aproximación, más tres y media el descenso y casi una de retorno, no es "moco de pavo".

El equipo de "especialistas" completo antes de empezar

  A las diez de la mañana quedamos en Campo con los expedicionarios "de día" que venían directamente de Zaragoza para el barranco. 
  Isidro (cachocabroncarapija), Anayet (su hija), Bea (secretaria), Arantxa (la ex-coja), Teresa (la coja en "secreto") y Nacho (el patillas) se unieron a los que estamos desde el viernes, Mel (la saltadora), Noelia (la monitora), Alba (la maquina) y yo.

A la derecha, a la derechaa.............

  Con la furgo y el Nissan pusimos rumbo a Barbaruens, aparcamos en la carretera justo donde el año anterior para estas fechas nos rompieron un cristal y robaron las mochilas.
  Empezamos la aproximación por sendero, luego pista y al final sendero hasta la cabecera, en hora y media desde el coche poníamos neoprenos.

Explicando como se baja el tobogán

  El descenso en su punto de agua pero más fría de lo habitual, toboganes, pequeños saltos, una estética con roca y vegetación de primer orden es la tónica de este cauce. 
  Empezamos los rapeles con una presa de troncos que en tiempos era posible destrepar, seguido va el segundo rapel o gran salto de 10 metros que provoco una "huida" de algunos a la instalación de rapel como "gallinas" asustadas, los más valientes Arantxa, Alba, Bea, Nacho y yo "volamos" en la poza.

Bea y Arantxa

  Unos pequeños toboganes (uno con rebufo evitable por pasamanos)  y saltos nos llevan rápido a las tres cascadas finales, en la primera hacemos un gran tobogán, la segunda y tercera rapelamos.

Noelia en el rapel de la presa de troncos

  Solo queda un tramo de andar por el río sin interés deportivo pero muy bonito, un gran "mojón" de piedras sobre una placa cortada por el torrente nos indica la salida a la izquierda.
  Otros 45 minutos de andar al coche. 
  Fuimos todos a mi casa de Campo y con la comida que trajeron Mel y Alba para cuatro comimos los diez hasta que no pudimos más.

Teresa, autentica profesional barranqueril

  Hay que felicitar a Mel que a pesar de un dolor de cadera no se resigno a quedarse sin el barranco y lo descendió como los demás. También a Teresa que se doblo el tobillo y lo tuvo muy callado para no preocuparnos , en Zaragoza le salio un buen "huevo".
  En su "linea" estuvo Bea, que conocía el barranco y ejerció como guía profesional montando reuniones y haciendo descender con seguridad al grupo sin ninguna supervisión.

Supertobogán, ¡¡que miedo, que miedoooo.....!!

  Los expedicionarios de "día" regresaron a Zaragoza, el resto también después de recoger la casa.

Mel en el penúltimo rapel

Reseña para el descenso:

Otros descensos nuestros en Barbaruens:

Vídeo del descenso:


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