CRÓNICAS MONTAÑERAS: Aneto 3404 m.

jueves, 11 de mayo de 2017

Aneto 3404 m.

Domingo 7 de Mayo:

Aneto 3404 m.

Ruta circular con esquís desde la Besurta

La Besurta - Forau de Aigualluts - Plan de Aigualluts - Ibón de Barrancs - Glaciar de Barrancs - Antecima Espalda del Aneto - Cresta SE - Pico Aneto 3404 m. - Puente de Mahoma - Collado de Coronas - Glaciar del Aneto - Portillón Inferior - Glaciar de la Maladeta - Refugio de la Renclusa - La Besurta

Con Israel, Luis (el creativo), David (fastman), Rafa (el freerider) y yo.

Vemos el Aneto desde Aigualluts

El Aneto con esquís es una cita ineludible cada año, aprovechando que ya han limpiado de nieve la carretera a la Besurta lo programamos para este domingo.
El sábado por la mañana me toca trabajar, cuando acabo marcho a mi apartamento en Campo para evitar mañana la paliza del viaje.

En el inicio de Barrancs calzamos esquís

Para variar un poco de lo tradicional y a la vez evitar la "marabunta" de la ruta normal usaremos un itinerario nuevo para nosotros, el Glaciar de Barrancs. En otras ascensiones habíamos observado desde la cima huellas que daban vértigo solo verlas, con el tiempo nos entró la curiosidad de conocer la ruta.
El descenso lo planeamos contracorriente, por la ruta normal de ascenso pero cruzando por el Portillón Inferior, con estupendas palas vírgenes y porteo mínimo de vuelta al coche.

Por el fondo del Barranco de Barrancs

A las 7,30 quedo en Campo con Israel que viene desde Zaragoza, Rafa y Luis desde Jaca y David de Panticosa. Somos "ecologistas" por eso vamos cinco personas con cinco coches, en Campo nos reagrupamos, más bien porque aparcar tantos coches en la Besurta posiblemente sea "misión imposible".

Patinando encima del Ibón de Barrancs

Nos desplazamos al fondo del valle encontrando la Besurta saturada de coches, no hay control, ni zonas señalizadas para aparcar como otros años, los coches estacionan anárquicamente aprovechando el menor hueco, ningún vehículo fue denunciado.
Viendo semejante desorden nos hacemos los "locos" aparcando en la orilla de la carretera muy cerca de la Besurta.

Aunque hubiéramos ido más lejos es imposible dejar el coche bien, la única manera de hacerlo "legalmente" es en el parking del Vado del Hospital y patear toda la carretera como si estuviera cerrada.
El día menos pensado aparecerán los forestales y se dedicarán a repartir "papeletas" a diestro y siniestro, según la señalización no se puede estacionar más que en las zonas señalizadas de la Besurta.

Iniciamos la marcha porteando esquís camino de Aigualluts, utilizamos el camino viejo evitando subidas y bajadas sin sentido. Pasamos el Forau y atravesamos todo el llano sin apenas pisar neveros.
Cruzamos la palanca de troncos y en la misma entrada del barranco Barrancs encontramos nieve continua, calzamos esquís y proseguimos foqueando.

Hemos empezado el día con nubes negras y niebla baja, poco a poco se abren claros en el cielo, confiamos en que acabe despejando, y así fue. Vino bien la nubosidad durante el ascenso evitando la subida de temperaturas, para la esquiada gozamos de sol con buena visibilidad.

Remontamos decididamente

Cuando no hemos hecho más que calzar esquís ya nos cruzamos con gente que baja esquiando tras haber coronado el Aneto, no me cabe en la cabeza a que se pegan semejantes madrugones. Lo único que se me ocurre es que la "parienta" le haya puesto hora como condición para dejarles salir.
De todas formas lo más habitual suele ser lo que dice el refrán: "Recio que se casa, cuerda que se pudre".

Collado de Salenques

Nuestra ruta es fácil, siempre por el fondo del barranco. Un empinado y amplio tubo nos deja en el desagüe del encajado, extenso y profundo Ibón de Barrancs. Inicialmente lo flanqueamos por un costado pensado que hay poca capa de hielo pero al final nos metemos por medio sin problemas.
Finalizada la explanada del ibón tenemos enfrente el Collado de Salenques por donde se pasa al Refugio de Llausets, nos desviamos decididamente a la derecha por amplias y pendiente palas.

El ibón queda abajo

Penetramos en el Glaciar de Barrancs, entre la niebla aparecen las murallas del Tempestades y el contrafuerte de la Espalda. Parece imposible que se pueda subir por allí, el glaciar es una enorme extensión blanca donde la inclinación no da respiro.
Encontramos un pequeño circo entre las cumbres de la Espalda y el Aneto justo cuando desaparece la niebla por completo.

La niebla empieza a levantar

Observamos el expuesto paso de acceso a la terraza superior, hay huella, y unos esquís que han dejado otros montañeros. Aunque la nieve esta blanda decidimos continuar con crampones porteando esquís, por la huella progresaremos sin esfuerzo adicional y evitaremos el riesgo de encontrar hielo en el punto más aéreo.

Diagonal expuesta para ganar la faja superior

Hicimos bien, nada salir del "paso" el hielo nos lo hubiera hecho pasar mal con esquís. Hasta la cresta se llega por una faja sobre un buen cortado, las buenas condiciones de la nieve minimizan el peligro.
Enseguida alcanzamos la cresta, queremos subir primero la Espalda del Aneto. Ganamos fácilmente su antecima, desde allí observamos los escasos 20 metros que nos separan de la verdadera cumbre y se nos ponen los pelos de punta.

Subimos con crampones

Estudiamos las posibilidades y no vemos forma medianamente segura para llegar, demasiada exposición mezclada con tramos verticales de trepada con roca y hielo. Por unanimidad posponemos la ascensión para épocas veraniegas, seguro que en seco se corona con las manos en los bolsillos.
Volvemos por la cresta a ganar la visible y próxima cumbre del Aneto.

Salida del paso

Con mucha nieve o sin ella no tiene dificultad, hoy la encontramos entre "Pinto y Valdemoro", es imprescindible extremar precauciones para no acabar el Llosás. Todo se hace bien excepto un pequeño paso mixto en el que los largos esquís en la mochila putearón a algunos.
Por fin hollamos la concurrida cima del "Señor del Pirineo", hay poca gente pero por lo pisada que está la nieve se adivina que ha subido una multitud.

Israel

No hace calor precisamente, sopla la "rasca" y nos quedamos helados, David y Rafa suben a una punta cercana a observar el corredor de Estasen. Yo me dedico a tirar fotos, cuando regresan emprendemos retirada.
Nos queda la última dificultad, cruzar el Paso de Mahoma con botas de esquí, crampones y los esquís en la mochila, una nueva modalidad de deporte de riesgo.

En altura queda mucha nieve

Con todo lo que pueda parecer es "pan comido", solo hay que pensar un poco antes de realizar movimientos, los esquís sobresalen y se enganchan por todos lados, mejor ir siempre de cara a la pared. La roca es buena y hay suficientes agarres como para no caerse a no ser que se hunda la montaña contigo.

Faja superior

Una vez en el otro lado comienza lo mejor, nos lanzamos esquiando desde arriba del todo, la nieve se presenta en buenas condiciones pero toda la ladera se ha convertido en un auténtico patatal tras el paso de infinidad de peatones y esquiadores, es como si hubiera pasado un tractor con un arado.
Rafa y David suben a Punta Oliveras en lo que nos cuesta a los demás apretarnos las botas.

Llegamos a la cresta

Rodeamos punta Oliveras al Collado de Coronas y procurando no perder altura atravesamos los tres kilómetros y medio de glaciar de un plumazo, estamos frente al Portillón Superior pero lo ignoramos.
Pegados a la cresta de los Portillones deslizamos a toda velocidad por amplias palas sin desvirgar, nos emocionamos tanto que casi pasamos de largo el Portillón Inferior.

La Espalda del Aneto inaccesible

David se encarga de trazar una huella a media ladera ganando en horizontal el collado del Portillón Inferior, paso al Glaciar de la Maladeta. Si en las palas anteriores bajamos "flipando", en las siguientes alucinamos en colores, parece increíble que haya laderas por las que nadie ha esquiado hoy.
En la parte baja del glaciar volvemos a confluir con la huella de la ruta normal, de nuevo en el patatal, a esas cotas la nieve ha transformado mucho y se disfruta igual que sin huella.

Antecima de la Espalda

Dejamos el refugio de la Renclusa a la izquierda para poder seguir sin descalzar esquís, apuramos la nieve hasta el desvío señalizado a Aigualluts, en 15 minutos andando cerramos el circulo en el coche.
Nos ha encantado a todos la ruta, a estas alturas parece mentira que no conozcamos todos accesos "normales" al Aneto.

Cresta al Aneto

Abajo la temperatura es buenísima y la disfrutamos tomando las cervezas frías que hemos reservado para celebrar el éxito de la expedición.
Regresamos a Campo a por los coches, yo me quedo en el apartamento tomándolo con tranquilidad, me ducharé y comeré una potente ensalada hidratante antes de emprender el viaje de regreso a Zaragoza.