CRÓNICAS MONTAÑERAS: Canal del Cinca

domingo, 17 de noviembre de 2024

Canal del Cinca

Jueves 14 de Noviembre:
Canal del Cinca
Recorrido lineal desde el Embalse de Pineta a Tella

Con Yaiza (la pro).

Valle del Cinqueta con Cotiella de fondo

Curioso, bonito, llamativo y cómodo itinerario senderista pero con matices, a pesar de que los tramos aéreos tienen sirgas para agarrarse, que no hace ninguna falta, existe algún pasito muy estrecho que según a quién le puede dar "respeto".

Este camino fue creado a principios del siglo pasado para la construcción y mantenimiento del Canal del Cinca.

Mirador de Bielsa

Transporta el agua desde el embalse de Pineta hasta la central hidroeléctrica de Lafortunada, buena parte del recorrido esta excavado en cortados rocosos con vistas espectaculares del alto valle del Cinca.

Discurre paralelo al valle junto al canal o literalmente sobre él, aparece cincelado en paredones rocosos muy aéreos, o los atraviesa mediante pequeños túneles en los tramos más verticales.

Avanzamos siempre paralelos al Cinca

Hasta la construcción de la Canal, en Lafortunada solo había dos casas, a raíz de las obras se edificaron viviendas y servicios para dos mil trabajadores, finalizadas las obras se consolidó un núcleo estable de población.

Existen varias posibilidades pero todas requieren combinación de vehículos. El primer coche lo podemos aparcar en Lafortunada, Salinas o Tella y el segundo en Bielsa o en el embalse de Pineta.

Camino excavado en la roca

Nosotros optamos por la opción que recorre la canal por completo pero no la más larga de andar, aunque si la de mayor kilometraje en la combinación de coches. Dejamos mi coche en Tella y con el de Yaiza nos desplazamos al embalse de Pineta, la ruta comienza cruzando la presa.

El recorrido largo consiste en añadir el descenso de Tella a Lafortunada donde habremos dejado el primer vehículo.

Ventana en un túnel

Igualmente se puede recortar bajando a Salinas pero nos perdemos la parte "entretenida" del camino, más estrecho, aéreo y excavado que finaliza en Tella. Las pendientes son suaves o inexistentes, apenas 500 metros de desnivel, pero los 17 kilómetros se hacen largos.

Nos gustó a los dos, es algo diferente de lo que hacemos habitualmente pero no desmerece en absoluto. En Tella, sentados al sol, y acompañados por los gatos y perros del pueblo, tomamos el picnics correspondiente antes de regresar.