CRÓNICAS MONTAÑERAS: Cordier 3254 m.

martes, 10 de junio de 2014

Cordier 3254 m.

Domingo 1 de Junio:

Pico Cordier 3254 m.

Primera Maladeta Occidental

Desde la Besurta con esquís por el corredor norte

Quinto y ultimo día de "mini vacaciones" forzosas, por fin un día de buen tiempo en el norte, vamos a esquiar antes que se "regale" la nieve.
Hemos dormido en Campo Rafa (el freerider) y Yo, quedamos en Eriste con Sara y Jorge para ir a la Besurta donde comenzaremos la ascensión. Vamos con la incertidumbre de si encontraremos sitio para aparcar, el año pasado restringieron las plazas y se dedicaron a poner multas a "troche y moche" pero hoy por lo que observamos hicieron la vista gorda.

Nos dirigimos a la Torre Cordier

Estacionamos los dos coches legalmente en zona habilitada antes de la ultima cuesta a la Besurta, había gente a "raudales" y coches apelotonados en cualquier hueco.

Con sol y buen tiempo iniciamos la marcha pasadas las diez de la mañana, vamos de expedición "ultra ligera", sin arva, sin pala, sin sonda, sin plumas sin guantes gordos, piolet de "juguete", mochila de verano y el agua justa.

Dejamos atrás el desvío al Portillón Superior

El porteo es de 20 minutos escasos, hasta el llano bajo la Renclusa, el finde siguiente sera necesario superar el refugio para poder calzar esquís, el verano avanza a marchas forzadas.

Con Sara y Jorge en cabeza seguimos las innumerables huellas que se esparcen por el glaciar, vemos más "peatones" que esquiadores, la mayoría al Aneto aunque hay "peña" por todos lados.

Remontando al paso clave con la Maladeta Oriental

Las tormentas de ayer y días anteriores han dejado nieve en altura que unida a las altas temperaturas dan como resultado una "masa pastosa" indescriptible e inadecuada para deslizar.

Dejamos a la izquierda el Portillón Superior para trazar una diagonal dirección a la Torre Cordier, las canales están purgando la nieve acumulada esta noche, cruzamos varias lenguas de aludes. A la altura de la Torre nos elevamos a base de zetas al paso clave que permite alcanzar el rellano superior bajo la canal cimera.

El paso clave lo superamos con esquís

Tenemos suerte, hay bastante nieve y lo remontamos con esquís puestos, cuando aflora la roca se convierte en una trepada delicada y más aun en pleno invierno que suele estar "forrado" de hielo. Queda superar la canal que nos sacara casi a la misma cumbre, lo intentamos con esquís pero esta muy suelta. Los últimos metros subimos andando, la nieve esta blanda y profunda quedándome un par de veces literalmente clavado, al final gano la "pelea", llego al collado y a la cima con esquís a cuestas.

Empezamos la canal final

Sorprende que en la canal nos "sacudiera" el viento con fuerza y en la cumbre no corra ni una brisa, el viento asciende por la ladera norte topando con enormes cornisas que lo desvían haciendo un "rebufo" sobre nuestras cabezas. De la misma manera que el viento nos invadió la niebla, en el buen rato que permanecimos arriba despejo unos instantes facilitando el disfrute del paisaje.

La niebla nos invade

Nos hemos "modernizado", ya no sacamos autorretratos en la cúspide, ahora lo que hacemos es un "Selfie", seguidamente calzamos esquís y aprovechando un breve instante de sol para salir "pitando" por nieve "powder", ¡¡¡bufff..., que buenos somos!!!

La canal a pesar de ser muy pendiente se dejo esquiar estupendamente, el pequeño paso "clave" lo descendimos sin enterarnos encontrándonos en cuatro giros sobre el inmenso "desierto" blanco.

Sara observa las crestas que nos rodean

Poco a poco la nieve se fue haciendo pesada enganchando los esquís, girar se convirtió en un ejercicio de fuerza y habilidad, ¡menudo "patatal"!. Hasta que no pasen dos o tres días no transformara, lo mejor es la nieve "roja", parecida al hielo de "pescadería" sobre una base compactada, ¡una delicia!. Lo comprobamos en las partes bajas donde no llego a cuajar, deslizando mucho mejor.

Foto de grupo en la cima

Pasamos de largo el refugio por detrás y tras esquiar la pala bajo el mismo todos quitaron esquís, yo me dedique a enlazar manchas de nieve en plan 4x4 llegando hasta el cruce de Aigualluts.

Quince minutos de porteo para llegar a los coches y finalizar una de las esquiadas más agradecidas que existen en el Pirineo.
La temperatura es estupenda, tras recoger montamos el picnis campestre de "rigor", estamos un buen rato comiendo y de tertulia como de vacaciones. Aun nos quedaba volver a Campo a recoger el apartamento y el viaje a Zaragoza pero no nos preocupa, preferimos disfrutar el momento.