CRÓNICAS MONTAÑERAS: Torrecerredo 2648 m.

Jueves 28 de Julio:

Picos de Europa

Torrecerredo 2648 m.

Refugio de Urriellu - Pico Torrecerredo - Refugio Jou de Cabrones

Redactado por Bea (Secretaria).

Amanecer en el Refugio de Urriellu

Ocho de la mañana, suena el despertador. Ya llevo un rato despierta gracias a mis amigas las cabras, que están venga a dar vueltas cerca de las tiendas.
Yaiza ya se remueve así que despierto a Daniel, que con su antifaz hace desconexión total del mundo exterior. Unos cuantos estiramientos y quejas de lo duro y lleno de agujeros que estaba el suelo y arriba.

Nos alejamos del Urriellu

Nos vestimos, recogemos sacos y esterillas, buscamos un sitio para desbeber (cosa difícil con la de gente que hay levantada ya) y listos para desayunar. Con el estómago lleno vamos plegando la tienda y yendo al baño del refugio por turnos.
Con el peso de nuevo a la espalda, comprobamos en el GPS cuál es la dirección que debemos tomar y nos ponemos en marcha.

Brecha de los cazadores

Estamos fríos y cuesta moverse, además aunque es temprano hace ya muuucho calor así que avanzamos tranquilos, sin prisa pero sin pausa. Subimos por un sendero hasta una pequeña canal que cruza la Brecha de Los Cazadores, punto equipado con cadenas que no nos hace falta usar ya que la roca es buena y se sube sin dificultad agarrándose a ella.

Paramos en la salida de la canal a echar un trago de agua y un par de gominolas. Mientras, aparece un tipo con pantalones largos, una camiseta de algodón en la cabeza… bufff que calor me da sólo de verlo!!! Se para junto a nosotros y mirando un pequeño mapa nos dice: “Togueceguedooo??” El tío sólo habla francés! Así que Yaiza se rasca el coco en busca de sus conocimientos galos y consigue explicarle al señor que nosotros también vamos al Torrecerredo, pero que tampoco sabemos dónde está, que vamos siguiendo el GPS. El hombre sigue adelante sin haber obtenido respuesta, nosotros le seguimos por detrás a una cierta distancia.

Seguimos con mar de nubes abajo

Continuamos por un sendero a media ladera que nos hace evitar los “subibajas” de los jous y nos lleva hasta el siguiente collado. En este punto nos desviamos a la izquierda por un trazo que baja hacia el valle para remontar por la ladera de enfrente. Nos fijamos en que el señor francés se ha desviado hacia la derecha así que al Torrecerredo no llegó, no sabemos qué sería de él.

Jou de Cerredo

Continuamos por un sendero muy marcado que baja hacia el fondo del siguiente jou pero nos damos cuenta que a nuestra espalda sube por una pedrera otro sendero muy marcado, comprobamos los tracks del GPS y decidimos tomar el sendero que sube. Llegamos al lomo de un cordal y nos vuelven a entrar dudas de por dónde seguir, así que miramos GPS de nuevo y comprobamos cuál es nuestra cumbre, ¡la tenemos en frente! Tras bajar y subir de nuevo otro jou llegamos al punto donde nos desviaremos para ir al Refugio de Cabrones. Decidimos dejar aquí las mochilas para subir sin peso ya que iremos más cómodos. Picamos algo mientras observamos como progresan tres chicos que también van al Torrecerredo y son nuevos en la zona como nosotros.

Sin mochilas comienzan las trepadas

Hay que cruzar un nevero pero vemos que lo pasan sin mucha complicación yendo con zapatillitas así que nosotros no tendremos problema. Se cruzan con una pareja que parece que lo está pasando un poco mal, no tenemos claro si suben o bajan! Resulta que pretenden ir a Caín, que está justo al otro lado del inmenso jou en el que nos encontramos, tienen una buena caminata por piedra sucia hasta llegar!!!

Atravesaremos la rimaya de un nevero

Dejamos las mochilas escondidas debajo de una piedra y vamos hacia la meta del día. Ascendemos por un pedregal inmenso siguiendo mojones y comprobando de vez en cuando el GPS, porque mojones hay por todas partes y no queremos colarnos al coger la canal por la que hay que ascender. Cruzamos otro nevero pequeño, y seguimos ganando altura por el pedregal. Nos metemos por una rimaya de un nevero bien majo, aprovechamos para echar un trago de agua “recién hecha” y ya estamos al pie de la canal.

Cresta cimera

Seguimos avanzando con calma y seguridad, el terreno es bastante bueno, con abundantes manos y pies, pero es muy expuesto; un pequeño traspiés y te vas directo hasta abajo, rebotando cien veces con las piedras acabando echo cachitos!! Así que vamos con todos los sentidos alerta y fijándonos bien por dónde vamos para bajar después por el mismo sitio. A tramos hay puntos pintados por la roca y algún mojón camuflado que van indicando el camino.

Techo de los Picos de Europa

En poco rato, o se me ha hecho a mi muy corto, llegamos a la cima. El famoso paso “difícil” que teníamos que pasar para llegar a la cima con el que íbamos tan “acojonaos” parece que nos lo hemos perdido, si es que como diría Daniel ¡“Qué buenos somos”! Ya tenemos la cumbre más alta de los Picos de Europa.

Vértice del Torrecerredo

Nos sorprende no encontrar gente ya que se supone que es uno o el pico más ascendido del macizo, sólo hemos visto a los tres chicos que subían y a la pareja que bajaba.
Después de unas cuantas fotos y divagaciones sobre qué picos estaremos viendo continuamos la bajada. Con la misma calma de subida o incluso más vamos progresando; yo voy en mi salsa, Yaiza me sigue de cerca fijándose bien dónde piso y Daniel nos sigue por detrás, a veces con cara de decir “¿pero cómo han pasado las crías estas?” más tenso que tenso. Volvemos a cruzar el nevero grande y ya estamos en las mochilas. Paramos a comer que ya hemos hecho “ganica”, hace un sol de justicia y un calor achicharrante, así que no nos enredamos demasiado; recolocamos las cosas en las mochilas y continuamos la marcha rumbo al Refugio de Cabrones.

Vertiginosas panorámicas

Bordeamos de nuevo el jou a media ladera dejando a nuestra espalda el pico Cabrones y las Agujas de Cabrones y llegamos al último collado del día. Ahora parece que ya es todo bajada, pero menuda bajada!! Es una ladera muy empinada con mucha tierra y piedra sueltas, le damos buen uso a los bastones y damos unos cuantos traspiés, es incómoda pero rápida, en sentido contrario sería otra canción!

Yaiza y Bea están felices

Vamos observando los vivacs que se ven por el camino para plantar la tienda más tarde, el último repecho y listo, en menos de una hora nos plantamos en el Refugio.
Nada más llegar ya tenemos nueva anécdota para añadir a la lista. Aparece un chaval y le dice a Daniel “yo a ti te conozco, de un blog”, sigue mirándonos a los tres, “y a ti también, señalándome”; es un seguidor navarro de Crónicas Montañeras (lo siento, no recuerdo el nombre), lo siguen sobre todo en invierno para el esquí de travesía.

Descanso y a disfrutar de las vistas

Entro al refugio a pedir las merecidas cervezas (Pepsi para Yaiza), hoy invito yo. El guarda, un chaval jovencito, me saca las latas de unas neveras de camping con hielos derretidos, deduzco dada la cantidad de agua que escurre cuando las saca, así que no es que estén demasiado frías pero saben a gloria igualmente dadas las circunstancias. También tienen colgados unos tubos con pulseras de hilo y Yaiza no duda en comprarse una para el recuerdo.
Estamos un buen rato de conversación con los dos chavales navarros y otro vasco que dormían en el refugio.

Iniciamos el descenso

Daniel plantea la posibilidad subir los Picos del Trave ahora, que en tres horas estamos de vuelta seguro, y así nos los quitamos de la etapa de mañana. Pero nos da mucha pereza subir ahora así que optamos por plantar la tienda y descansar tumbados en el “cómodo” suelo aprovechando el sol, sol que al final calienta demasiado y nos metemos a la sombra de la tienda que se está más fresco y blandito.

El principio es lo peor

Charlando de temas “trascendentales” hacemos tiempo hasta la hora de cenar, otro bocata de pechugas y galletas príncipe que ha conseguido comprar Yaiza en el refugio y a las que amablemente nos invita.
Otro ratillo de charla y sin darnos cuenta nos dormimos.