CRÓNICAS MONTAÑERAS: Moncayo 2316 m.

martes, 13 de febrero de 2018

Moncayo 2316 m.

Domingo 11 de Febrero:

Moncayo 2316 m.

Con esquís desde Cueva de Ágreda. Soria.

Con Clara (la litueniguera), Bibiana (Bibi), Bea (secretaria), Nacho (el patillas), Pilar (la rubia), Pachi, Alex, Anais, Carmen y Ángel.

Barrera de la pista junto a Cueva de Ágreda

El Moncayo es un pico "difícil" con esquís, pocas ocasiones tiene nieve suficiente para que merezca la pena, cuando la tiene en cuatro días de anticiclón se transforma en hielo puro. Las recientes nevadas han dejado buenos espesores, presumiblemente tendremos buenas condiciones, así que decidimos intentarlo.

Para Anais es su primer pico con esquís

Nos juntamos un grupo de lo más variopinto con amplitud de edades y niveles, incluso alguno con raquetas. Entre los esquiadores se encuentra Anais, hace una semana nunca había calzado esquís, tras realizar un cursillo exprés el finde pasado hoy esquiará perfectamente desde la cumbre a la puerta del coche.

El comienzo sigue una pista forestal

La predicción no era favorable, más bien nefasta, niebla, viento, siete bajo cero en la cima y lluvia en cotas bajas. Estaba casi seguro que la excursión consistiría en un pequeño paseo sin llegar a ninguna parte regresando al coche completamente calados y "jodidos" de frío, para finalizar tomando unos huevos fritos "por su sitio" en el bar del pueblo, pero no fue así........

Nacho abre huella

Salimos desde Zaragoza a las ocho de la mañana, en Tarazona paramos a recoger a Clara y tomar un café. Las carreteras importantes están en perfectas condiciones, la que lleva pasa por Cueva de Ágreda limpia con algunos ventisqueros que amontonan nieve en el asfalto pero como no hay pendiente se cruzan sin problemas con cualquier coche.

Bea y Bibi cierran la fila

En Cueva de Ágreda estacionamos en la orilla de la carretera, la pradera que se usa como parking está cubierta de nieve. Preparamos el material e iniciamos la marcha con el cielo muyyyy negro y niebla baja que dificulta la visibilidad a poco que ascendemos, tal y como anuncia la predicción.
Calzamos esquís junto al coche, hasta la barrera va justo pero se puede foquear, temperatura agradable para andar y nada de viento.

Barranco de Transmoncayo

Nos adentramos en el bosque por el camino del Prado de la Cruz, paralelos al río Transmoncayo. La pendiente es suave recorriendo un buen número de kilómetros, el bosque con nieve es raro de ver en cotas tan bajas siendo cara sur, es precioso.
Pasamos por la fuente del Nacedero progresando siempre por el fondo de la vaguada que ahora se llama barranco del Colladillo.

Siempre por el fondo de la vaguada

Tenemos una suerte inmensa, alguien bromea diciendo que va a salir el sol provocando risas. Al poco se abre una pequeña ventana, en escasos minutos la niebla se disipa apareciendo ante nosotros cumbres nevadas y cielo azul.
Primero vemos Peña Negrilla o el Moncayo de Castilla, conforme gira la vaguada nos enfrentamos a la intimidante pala de nuestro objetivo.

Se abren claros por el sur

Dejamos a la izquierda el desvío al collado de Pasalobos, siempre por el fondo del barranco que cada vez pinga más. El itinerario normal gana el cordal sin salir de la vaguada, en el collado del Alto de las Piedras. Como hay tanta nieve y tan buena la abandonamos trazando zetas por la amplia pala cimera directos a la cúspide.
Alucinamos por nuestra suerte, el sol pega de punta, el viento amaina, la nieve transforma, coronamos el Moncayo en condiciones idóneas.

Poco a poco asoma el Moncayo

La gran explanada que constituye la cima presenta un aspecto completamente invernal, el vértice geodésico y el pilar de la virgen cubiertos por una gruesa capa de nieve escarchada. El contraste con el llano al norte es brutal, en pocos kilómetros cambia de secarral a montaña invernal.
Aunque abrigados nos encontramos bien, no perdemos mucho tiempo, la niebla comienza a ascender amenazante y nubes negras se aproximan por el sur.

La pendiente es suave

La esquiada fue pletórica, fuimos los únicos que coronamos y teníamos la pala inmaculada para nosotros. Una fina capa transformada con base compacta debajo hizo las delicias de todos, incluso los raquetistas bajan deslizando.
Pero pronto se acabó lo bueno, una vez en la vaguada del barranco del Colladillo una densa niebla nos sume.

Abandonamos la vaguada enfilando a la cima

Parada a reagruparnos, la nula visibilidad aconseja no perdernos de vista, bajada, parada, bajada, parada y así hasta el pueblo. Pudimos deslizar todo el barranco, algo escaso de nieve en la parte baja pero suficiente para llegar a la barrera de la pista junto al pueblo esquiando.
Mientras recogemos comienza a gotear acabando en chaparrón, tiramos todo en el maletero y nos metemos en los coches, ha venido justo.

Abunda la nieve en la cara sur

Menudos cambios de tiempo en un solo día, menos mal que la ventana de sol ha permitido realizar la actividad, todos están super contentos y pensando en la siguiente esquiada.
Paramos de nuevo en Tarazona, aprovechamos para tomar un bocata mientras nos reímos comentando anécdotas de la jornada. Finalizado el café nos despedimos de Clara que se vuelve a Lituénigo y los demás a Zaragoza.