CRÓNICAS MONTAÑERAS: Vía Ferrata de Poi D´Unha

domingo, 10 de septiembre de 2023

Vía Ferrata de Poi D´Unha

Miércoles 16 de Agosto:

Vía Ferrata de Poi D´Unha

Valle de Arán. Salardú.

Con Sara (la becaria), Rafa (el freerider) y Patty.

Espectacular y aérea escalera de caracol

Es nuestro cuarto día de actividad con base en Bagnères de Luchon, hoy cruzamos al Valle de Arán para recorrer la vía ferrata de Pont de Unha. Será una jornada de descanso activo y de paso compramos la comida que necesitamos para el resto de la "expedición".

Atravesamos Viella camino a Salardú, a la salida de este último desvío por una rotonda a la izquierda dirección Unha.

Vista de Salardú, nos pasamos el desvío en la aproximación

Entrando en el pueblo por una calle estrecha encontramos a la izquierda un gran aparcamiento con el panel informativo de la ferrata.

Esta ferrata es de las más largas del Pirineo incluyendo aproximación y retorno, por el desnivel que salvamos desde el coche, casi 700 metros, es una autentica excursión. Para aproximarnos salimos del aparcamiento y encontramos señalización que nos guía sin perdida al sendero, la pendiente es fuerte y no da tregua hasta el comienzo de la ferrata.

Primer puente

Está compuesta por tres tramos diferenciados con sus correspondientes escapatorias entre ellos. La dificultad va de menor a mayor siendo el primero el más sencillo, hay dos puentes Tibetanos instalados que se pueden evitar.

El tramo medio con algún desplome se pasa bien porque hay muchas grapas, sigue la característica escalera de "caracol" instalada bajo una gran visera, también se puede evitar pero no tiene dificultad y es casi lo más llamativo y curioso de la vía. Las vistas sobre el valle se amplifican y son espectaculares, antes de terminar encontramos otro puente más largo igualmente evitable.

Dos puentes seguidos

Obviamos el escape y afrontamos la tercera pared, la más aérea, larga y dificil, un largo muro vertical con desplomes constituye la parte más técnica, otra pequeña escala salva fácilmente un techo.

Quedan varias terrazas que van apareciendo una tras otra cuando ya creemos que acaba, al final casi se hace larga. Dispone del correspondiente buzón con su libro de visitas para escribir las "chorradas" que nos plazca.

Se pueden evitar por un costado

El retorno es largo y tiene su "miga", aunque esta poco marcado, hitos y pintura guían bien. Hay que subir algo para desplazarse a la izquierda en busca de una canal por la que descendemos ayudados del cable y alguna cuerda. En caso de lluvia los "culazos" y resbalones están garantizados al menos hasta llegar a la PR de la Ermita de Sant Martí de Corilha. Seguimos los indicadores a cerrar el circulo en el pueblo de Unha y el coche.

No es difícil pero tiene su miga

Si la comparamos con alguna de las exigentes ferratas de la Pertusa podemos decir que es una vía fácil y bien equipada, esta algo por debajo en dificultad a la del Tossal de Miravet en Pont de Suert y parecida a la Croqueta de Obarra. Al lado de la ferrata del Sorrosal en Broto tendriamos que decir que es muy dificil. No debemos infravalorar ni su desnivel, ni longitud, yendo "rapiditos" cuatro horas de coche a coche no te las quita nadie.

Escalera de caracol para superar un gran techo

Para el picnic nos sentamos a la sombra de un árbol en un mini prado lindando al parking. Como anécdota, cuando ya prácticamente nos ibamos apareció un "lugareño" a toda leche con su coche, salió con cara de pocos amigos preguntando con mucho genio si alguien nos había dado permiso para estar allí.

Enseguida comprendimos que era el propietario de aquel cacho de campo, nos disculpamos retirándonos instantáneamente entre amenazas y otros exabruptos.

Escalera girada

Los lugareños pirenaicos tienen un sentido muy arraigado de la propiedad, consideran a los turistas "invasores". Dudo que causáramos ningún daño pero no tenemos costumbre de discutir con el primero que aparece.

Por lo demás y hasta que llegó el señor estuvimos muy a gusto como suele ser habitual. Finalizamos la excursión haciendo la compra en un super de Viella antes de regresar a nuestro apartamento en Barnères de Luchon.