CRÓNICAS MONTAÑERAS: Pic de L´lou 2224 m.

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lunes, 20 de abril de 2015

Arazures 2213 m.

Domingo 12 de Abril:

Pic de L´lou 2224 m. y Pic de Arazures 2213 m.

Ruta circular Esquís y Raquetas desde el Portalet

Avanzamos hacia las faldas del Peyreget

Nueva salida a la nieve organizada para los chavales de Multiaventura en el Grupo de Montaña Tebarray.

La concentración de expedicionarios es en Zaragoza a las siete de la mañana para viajar a la frontera francesa del Portalet. Participan Lorenzo, Sergio, Sofía, Natalia, Raquel, Itziar, José y Marta, Bibiana (bibi), Ivan, Javi (unomas), Nacho (el patillas) y yo.

Apenas unas nubes sueltas irrumpían por el cielo

Previamente paramos en la cafetería de Formigal a reponer energía y ultimar detalles del itinerario a realizar. Cruzamos a la parte francesa del Portalet y estacionamos en el parking de Aneou, escasos metros más abajo de la frontera.

Repartimos el material, todos disponemos de piolet y crampones que no llegaremos a usar, pero nunca se sabe. Somos trece, cuatro esquiadores y nueve raqueteros.

El Arazures y todo el cordal que recorreremos

Comenzamos la marcha dirección al evidente Col de L´lou flanqueando bajo las faldas del altivo Peyreget. El cielo esta despejado y el sol pega de "punta", se puede ir de manga corta sin problemas, hay montañeros por los cuatro costados. La nieve esta bien para nuestro gusto, hielo de pescadería con base solida, se avanza tan bien con esquís como con raquetas.

Marta deja atrás el valle de Ossau

Los chicos ya tienen experiencia, están curtidos física y mentalmente, suben rápido y aguantan sobradamente. Como en principio la meteo no iba a ser muy buena programé un pico relativamente corto y alguno se quejó porque le parecía poco.

Menos mal que el itinerario cresteando le dio aire de alta montaña y un punto de "emoción" para compensar.

En el Pic de L´lou con el Midi Ossau

Una vez en el Col de L´lou nos dirigimos a la izquierda por una suave loma coronando el Pic de L´lou 2224 m. Con la calor que hemos pasado subiendo allí arriba sopla la rasca y hay que abrigarse bien, hacemos la típica foto con el cercano Midi de Ossau antes de continuar.

Bajamos al collado de Arazures

Bajamos por la vertiente contraria al collado de Arazures enfrentándonos al cordal del Arazures, primero por un ancho lomo con gran pendiente que poco a poco se va estrechando.

Hemos guardado las raquetas, la cresta esta completamente limpia de nieve, en la parte más estrecha es casi plana encontrándose el punto más alto al final de la misma.

Cresteando al Arazures

Llegamos todos a la exigua cima con bastones sin necesidad de poner las manos, los chicos han pasado muy concentrados pero no han tenido miedo. Hay que reconocer que a pesar de su sencillez es aérea y a algunas personas les puede resultar complicada.

Por la falta de espacio decidimos bajar al siguiente collado y allí comer algo anchos.

Otra perspectiva de la cresta

El itinerario sigue por el cordal que ahora se ensancha y baja bruscamente, los esquiadores nos tiramos desde arriba, los raqueteros bajan andando por la divisoria para alcanzar la nieve en una zona menos empinada.

Nacho es el primero que sale esquiando y provoca un alud de fusión mandando toda la ladera para abajo, tiene suerte y no le arrastra, no le vemos pero nos grita para que salgamos un poco más abajo.

Poco espacio en la cima del Arazures

Nos reunimos todos en el collado de Gradillere o Aneou descendiendo juntos el barranco de la Glère y despues el de Lalagüe confluyendo con el itinerario de ascenso en el puente sobre la Gave de Brousset.

Para estas fechas hay menos nieve de lo habitual, los torrentes se comienzan a abrir y dentro de poco no se podrá bajar por el barranco sin cruzarlos, a no ser que vuelva a nevar.

Bajamos al collado del Gradillere

En resumen, excursión variada y entretenida con 600 metros de desnivel, superados en ocho kilómetros que completamos en cuatro horas. La dificultad del itinerario radica exclusivamente en la cresta del Arazures que puede complicarse mucho si tiene nieve o hielo.

La cresta se transforma en una pala de gran inclinación

En la orilla de la carretera junto a los coches, tirados en la hierba al sol de la primavera nos tomamos las latas frías y comimos plácidamente mientras contemplábamos el paisaje.

De vuelta a Zaragoza paramos en el bar Mi Casa de Sabiñanigo a tomar los correspondientes cafés mientras nos reímos comentando las anécdotas de la jornada.