Domingo 21:
Pico Cerler 2407 m.
A las 8 de la mañana Bea, Fran y yo quedamos en Campo con Isidro (cachocabroncarapija), Nacho (el patillas), Javi (unomas), Juan (el padre) y las cursillistas Anayet y Cristina.
Tomamos un café en el bar Cotiella y arrancamos de nuevo hasta la estación de esquí en Cerler, esta vez a la cota 1500 en el aparcamiento del Molino.
El día era bastante mejor de lo que pintaban, nubes y claros, con temperaturas como para subir en manga corta.
Empezamos foqueando por la pista del Molino y en el primer rellano nos desviamos decididamente a la izquierda buscando un cortafuegos pegado a las faldas del pico Cerler. Al llegar a la parte inferior de la pista verde la cruzamos y nos adentramos en la ladera por el bosque marcando una diagonal hacia el collado de nuestro pico.
La nieve estaba super húmeda, Nacho que abría huella (y esta "gordo") se hundía hasta las cejas, le seguían Fran que subía como una moto y Juan que "hacia lo que podía".
Poco más atrás Cristina que era la primera vez que hacia travesía intentaba seguir las instrucciones de Javi.
Isidro no dejo de "hacerle sombra" a su hija Anayet ("para variar") durante todo el día atosigándola a consejos y berridos, ¡pobre chica¡, yo casi hubiera preferido ser huérfano, ¡que pesaoooo...¡, supongo que eso sera "ser padre".
Atrás íbamos Bea y yo, la pobre Bea aunque ya tiene la técnica más que aprendida, estrenaba botas nuevas y como estas chicas tienen pies de "princesas" se le hicieron rozaduras que las sufría en silencio.
Al final con el permiso de las nubes altas, cada vez más negras, llegamos todos a la cumbre, no hacia frío y las vistas eran buenas. Estuvimos bastante rato comiendo y haciendo fotos, quitamos focas y empezamos el descenso.
La verdad es que la nieve no estaba muy esquiable, quitando el tramo más alto con nieve virgen, lo demás era un autentico "patatal", al bajar dejabas un surco que parecía haber pasado un tractor con un arado.
Nos costo "un rato" que Cristina "no" estuviera siempre en el suelo pero al final lo conseguimos, Anayet es buena esquiadora pero sufre "miedo escénico" (supongo que de soportar a su padre).
Fran y Bea practicaron el esquí-control con soltura aunque a veces se daban "alegrías" olvidándose de que todavía llevan la "L" y terminaban en el suelo. Los demás como ya sabéis todos somos muy buenos y bajamos "esperando" pero disfrutando.
Desde la cota dosmil esquiamos al Molino por pista, llegamos al coche con todo caras de alegría y preguntando que cuando iba a ser la próxima.
A Bea y Fran les dimos el titulo de "Esquiador de Montaña" dando por concluidos sus cursillos con notables altos, aunque les recuerdo que hasta que se puedan quitar la "L" tienen que tomar aun mucho "colacao".
En Campo nos metimos a un bar a tomar unos refrescos, Bea nos trajo una carta y un regalo de Arantxa (secretaria), que se lesiono la rodilla en el ultimo cursillo no pudiendo participar en esta ocasión.
Le deseamos todos una rápida y buena recuperación para verla pronto en la Montaña.
Bea, Fran y yo nos fuimos al apartamento a ducharnos comer y recoger para volver a Zaragoza.
Track para GPS y ver la ruta en Google Earth:
Qué mayor está ya Anayet!! A Chabier pronto lo engañará su padre también.
ResponderEliminarDa gloria veos como siempre.
Un besico.
¿Sabes que mis hijos se llaman Chabier y Marboré? jaja!
Jo..¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarEstamos en la generación de "niños pico", jejejeeee........¡¡¡¡¡¡