CRÓNICAS MONTAÑERAS: Moncayo 2316 m.

lunes, 15 de abril de 2013

Moncayo 2316 m.

Miércoles 10 de Abril:

Moncayo 2316 m.

Ascensión "exprés" en sesión de tarde desde el Santuario con Esquís.

Subir al Moncayo con esquís es complicado y no por la dificultad técnica sino por lo raro que resulta encontrarlo lo suficientemente nevado. Esta temporada hay sido "generosa" pero no hemos dado con el momento ideal que nos permitiera coronar.
Tampoco queremos "perder" un fin de semana siendo que tenemos el Pirineo con infinidad de cumbres más "potentes" por conquistar. Pero el Moncayo es una cima que siempre nos atrae, no se si por su proximidad con Zaragoza o por la fama que tiene de montaña misteriosa. Normalmente se deja subir sin problemas pero se puede transformar sin previo aviso y en pocas horas en una "trampa" con condiciones meteorológicas "infernales" que no se dan en picos mucho más altos.

Salimos del bosque al circo de San Miguel

Aprovechando las recientes nevadas y el alargamiento del día por el cambio de hora, programamos una ascensión "exprés" con esquís un miércoles por la tarde nada más salir de trabajar, con una meteorología inicialmente buena.

La convocatoria tuvo éxito y hubiera tenido más si a algunos les hubieran permitido "escaparse" del trabajo.
Nos juntamos David (fastman), Carlos (el bala), Nacho (el patillas), Pachi de Tudela y yo, en la casa del Santuario, a las cinco de la tarde comenzamos la ascensión.

Con los esquís al hombro vamos a buscar el bosque de la derecha

La primera impresión que tuvimos nada más llegar al parking fue mala, la nieve estaba "atomarporculo", todos los lomos se veían pelados y aflorando abundantes rocas. En Zaragoza pegaba un sol de "justicia" pudiendo ir de manga corta, aquí soplaba un ventarrón bestial y la cumbre estaba cubierta de nubes.

No había vuelta atrás comenzamos porteando esquís, sorpresa al encontrar nieve "más o menos" continua a quince minutos del coche. Colocamos esquís comenzando el foqueo, algún pequeño tramo pelado nos obliga a hacer esquí roca o esquí hierba para enlazar neveros.
Salimos del bosque al circo de San Miguel y segunda "sorpresa", ¿donde esta la nieve?, bufff.......

Atravesando el bosque al comienzo del contrafuerte

Todo el llano en la parte baja del circo esta completamente seco, igual que en verano. Tenemos la opción de subir por la pala central del circo o por el contrafuerte derecho que da directamente a la cumbre. Elegimos el contrafuerte, es menos pendiente y más directo, mucho más resguardado del viento que el contrafuerte contrario por el que sube la ruta normal, completamente pelado y sin nada de nieve.

Remontamos el contrafuerte buscando pasillos de nieve

Con los esquís al hombro atravesamos el pedregal hasta el bosquecillo situado a nuestra derecha. Del inicio del bosque hasta arriba tendriamos nieve "continua" aunque buscando como enlazarla. Cruzamos este pequeño y precioso bosque de pinos saliendo al pedregoso cordal azotado por el aire.

Nacho va en cabeza abriendo huella por donde mejor se puede, buscamos pasillos entre piedras que den continuidad.

La sombra del Moncayo se proyecta sobre el llano

El viento aumenta al ganar altura, las altas temperaturas de estos días y el viento se han "cargado" la nieve que se veía en las fotos del domingo pasado. Precisamente el ultimo fin de semana un alud arrastro a varios montañeros que subían por una canal, tres días después no queda ni para hacer un muñeco de nieve.

Comienza la emoción, a falta de doscientos metros de desnivel a la cima, el viento nos sacude con fuerza e y llega a tirarnos, la niebla nos ha engullido, llueve ligeramente y nos calamos sin enterarnos.

El cordal contrario no tiene nada de nieve

Con visibilidad nula y guiados por el GPS encontramos el vértice geodésico en la cumbre tras el cual nos "parapetamos" resguardados del viento huracanado tan característico de Moncayo.

El objetivo de la cámara se llena de bao y agua en cuanto lo saco, las fotos salen de pena. Mogollón de hielo que no ha conseguido arrancar el viento rodea el vértice.
Es un "infierno" y va a peor, en pocos minutos arrecia, quitamos focas y apretamos botas para salir cuanto antes de allí.

En la cima resguardados por el vértice

Tenemos dudas, pensamos en bajar los primero metros andando para que no nos tire el viento, al final decidimos salir con los esquís puestos desde nuestros parapeto y hacemos bien. Sin visibilidad, agachados y con una gran cuña esquiamos empujados lo más lento que podemos, a cuatro giros que descendemos amaina lo suficiente como para respirar tranquilos.

Voy delante siguiendo la huella de subida, la niebla ha bajado hasta el Santuario, no tenemos visibilidad hasta el bosque. Practicamos esquí de "supervivencia" buscando paso entre piedras, llegamos al circo y sigue lloviendo con mas viento. Cruzamos el tramo sin nieve andando y volvemos a calzar esquís, apuramos la nieve esquiando hasta que no hay más remedio que andar, en diez minutos llegamos al coche.

El equipo completo al regreso con la cumbre conseguida

Nos cambiamos protegidos por el tejadillo de la casa, secos y abrigados sacamos la nevera con las cervezas y patatas fritas, como es costumbre y tradición. El ambiente no invita a tomar nada fresco pero aun así lo agradecemos, el aire agita los arboles provocando un ruido que acojona.