CRÓNICAS MONTAÑERAS: Aragüells 3037 m.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Aragüells 3037 m.

Lunes 7 de diciembre:

Pico de Aragüells 3037 m.

Desde la cabaña de pescadores en Vallibierna o Puente de Coronas

El Aragüells es visible casi toda la ruta

Estoy en mi apartamento en Campo con las "secretarias" Anayet (la esquiadora), Yaiza y Raquel. Ayer coronamos acompañados por Sara (saracrof) el Turbón por Vilas.

Hoy hemos programado una actividad más exigente, no por la dificultad en sí, sino por las condiciones en que lo vamos a encontrar, hielo, nieve y roca en la ascensión al Pico de Aragüells.

El ibón inferior de Coronas queda abajo

Yaiza se ha comprometido a redactar la crónica de la jornada y como me ha gustado le he pedido que cada fin de semana se encargue de redactar un día, por algo es "secretaria" montañera.

En los vínculos al final de la crónica podréis encontrar información detallada.

Subimos por el fondo del barranco entre ibones

Crónica de Yaiza:

Salida del barranco cerca del Ibón superior

Segundo día de expedición. Nos levantamos a las seis y media, hora intempestiva y quedamos con “Los Antón” (Ángel, Marta e Iván) que también compartirán un gran día de montaña con nosotros. Pasamos Benasque y en la zona de acampada de Senarta nos subimos todos al coche/tanque de Daniel.

El Aragüells y a la derecha el collado por donde accederemos

Comenzamos a subir por la pista encontrándonos manchas de nieve que poco a poco se hacen constantes; al coche le cuesta seguir y los bonitos “precipocios” nos saludan desde abajo… Finalmente lo dejamos a unos 20 minutos andando hasta el refugio debido a la acumulación de nieve, obligándonos a tener que empujarlo para dejarlo aparcado de forma “segura”.

Yaiza se escapa emocionada por delante atraída al pico como un imán

Comenzamos a andar como balas, hace un frío que pela y nos espera un gran día por delante. En un abrir y cerrar de ojos llegamos al Refugio de Pescadores y ascendemos desviándonos hacía los ibones inferiores de Coronas. Para nuestra sorpresa, toda la nieve que esperábamos en el Turbón nos la encontramos a lo largo de tooooda nuestra ruta.

El ibón de Cregüena desde el collado

La subida por la zona de bloques, tan cómoda como siempre… La nieve dura y blanda, hierba, rocas y los agujeros “atrapa piernas” nos hacen el camino entretenido y empinado, decidimos calzarnos los crampones para evitar algún que otro susto. Allí mismo, nos encontramos con un Belga que bajaba del Aneto tras haber hecho “vivac” en la cima; que Dios le acompañe…

Marta e Iván flanquean una ladera sobre el collado

Ascendemos hasta llegar a los Ibones Inferiores que se encuentran helados e invitan a probar su dureza…

Raquel se encuentra cansada así que lo mejor es que nos espere poco más allá de los Ibones junto con Ángel que ya tiene excusa para volver dispuesto a coronar el pico.

Un mixto de roca y hielo que no se negocia bien ni con crampones ni sin ellos

El resto seguimos andando hacia el Collado de Cregüeña que parece estar cerca… Buscando pequeños hitos superamos las empinadas palas de nieve ágilmente y sobretodo deseosos de poder admirar el Ibón de Cregüeña (el más grande del Pirineo sin represar) que se encuentra quieto y helado, tan bonito como siempre.

Yaiza super feliz pisa la cumbre

Una vez allí empieza el “Rock&Roll”; Daniel se pone en cabeza y busca el camino “más cómodo” para llegar arriba. Cómo no, la montaña tan amable como siempre haciéndonos la vida tan sencilla, nos rinde alegría con empinadas “paredes” de nieve dura en la que tenemos que ir pegando patadas para no despeñarnos, nieve blanda e inestable que nos hace hundirnos hasta las rodillas y que no falte la caída hacia Coronas y/o hacia Cregüeña (a la carta) que me hace gran ilusión; gajes del oficio…

Todos arriba, con vistas del Maldito al Aneto

Con cuidado llegamos a la cima del Aragüells (3034m), el cielo está claro y las nubes blancas y densas esconden los valles en la lejanía, sobresalen los picos más altos y por supuesto, que no falten esas grandes vistas de la cima del Aneto con su cruz y la Virgen tan características. Fotos, comida y en mi caso gran preocupación por la bajada… Nos ponemos en pie, recogemos bastones y sacamos nuestros “sables” (piolets) que nos asegurarán nuestro paso.

Extensa panorámica

De nuevo, Daniel nos guía a través de un camino “medianamente” sencillo de superar; destrepamos algunas piedras y con mucha concentración descendemos las paredes de nieve. Enseguida nos volvemos a plantar en el collado y por fin puedo respirar tranquila.

Anayet en la roca cimera con el Aneto

Emocionados, bajamos más rápidos que un alud hasta encontrarnos con Raquel y Ángel que con paciencia nos han esperado durante dos horas y media. Descendemos tranquilamente por nuestra ruta de subida disfrutando del Valle en su plenitud.

El ibón de Cregüeña helado

El sol se va despidiendo y nosotros llegamos ya casi de noche al coche tras haber superado y compartido un entretenido y disfrutón día soleado con 1200m de desnivel.

Volvemos a Campo: ducha, refrescos y un buen plato de cena para coger fuerzas; mañana nos espera un día “compeltito”…