CRÓNICAS MONTAÑERAS: Espelunciecha Oriental 2247 m.

miércoles, 13 de enero de 2016

Espelunciecha Oriental 2247 m.

Domingo 10 de Enero:

Espelunciecha Oriental 2247 m.

Desde el parking de Anayet en Formigal y Cabaña de la Glera.

"Salimos al Monte hasta cuando hace bueno"

Dispuestos a "morir"

Escrito por Yaiza Miñana:

Salimos a las ocho y media de Zaragoza Bibi, Raquel, Daniel y yo para ir en busca de Iván y juntarnos posteriormente con el resto de “Los Antón” en Escarrilla. De camino, visualizábamos como nos acercábamos poco a poco a los pirineos, las nubes negras nos iban dando la bienvenida y conforme nos adentrábamos en sus entrañas las gotas de agua caían con desesperación en el parabrisas del coche.

Visibilidad nula

“En principio” el plan iba a ser subir con raquetas y esquís a canal Roya y realizar la preciosa arista con vistas al Midi y al mundo entero, aunque…viendo el panorama decidimos ir improvisando sobre la marcha.

Ya en Escarrilla el ánimo no había mejorado; pues todavía llovía más y las idea de “calarse hasta los huesos” no nos atraía. De todas formas, intentamos ir a ver como está la parte de Anayet en busca de nieve y menos agua.

Nieva con viento

Aquello estaba igual, algunos esquiadores valientes bajaban por las pistas haciendo frente al agua-nieve y a la nula visibilidad del día. Marta y Sofía deciden volver a la cafetería de Escarrilla, mientras tanto, nos preparamos rápidamente para ascender el Espelunciecha Oriental; con nuestras raquetas y esquís puestos, el gore bien cerrado y con la cara totalmente cubierta ascendemos poco a poco la pista azul por la que más tarde nos desviaremos hacia el pico.

Cimaaaaaaaaa, foto y nos "piramos"

A los 15 minutos la visibilidad empeora, el viento “helador” se cuela por el cuello y nos deja secos… al menos conforme subimos en vez de llover empieza a nevar y eso ameniza más el camino. Los esquiadores que bajan nos ven danzando con semejante temporal y miran como si estuviésemos locos… ¡JA! Seguimos las balizas hasta que desaparecen y paramos a meditar la ascensión… A estas alturas ninguno estábamos dispuesto a abandonar la cima que estaba cerca, aunque no se viera nada.

La cumbre está venteada

Así que ,sin prisa pero sin pausa tomamos las últimas palas de nieve virgen en las que de vez en cuando nos hundíamos hasta la rodilla hasta que llegamos al collado; el viento sopla con más fuerza y la nieve a la velocidad de la luz nos acribilla los mofletes y la nariz para amenizarnos el momento. En nada nos posicionamos victoriosos durante dos minutos escasos en la cima; las vistas debían de ser impresionantes tal como nos contaba Daniel: se podría ver el Midi reinando las montañas, las pistas de Anayet impresionantes a vista de pájaro o eso decía…Pero lo único que visualizábamos era la niebla y el cortado al otro lado de la cima.

Todos arriba

Enseguida bajamos “escopeteados” la primera pala que se encuentra con la nieve algo dura e incómoda para los esquís y las que bajamos con raquetas descendemos en “todo tieso” huyendo del viento. En un abrir y cerrar de ojos y con un sentimiento grandioso de victoria disfrutamos de lo que nos queda tirándonos alguna que otra bola de nieve, riéndonos de nuestras caídas torpes.

Autorretrato "extremo"

A diferencia de cuando ascendíamos la nieve que caía se convirtió de nuevo en lluvia, dejándonos de nuevo totalmente húmedos hasta llegar a las taquillas de las pistas. Daniel decidió marcharse a por el coche, así podríamos guardar las cosas con más comodidad bajo el techo de la infraestructura; en cuanto aparcó fue despachado del lugar, pues estaba dentro de la línea amarilla… Aún así nos quitamos todo y lo lanzamos al maletero rápidamente para cambiarnos y ponernos ropa seca; volver a ser gente “normal”. Engullimos en Sabiñánigo nuestros bocatas y algunos sus huevos fritos con lomo… vuelta a Zaragoza, al sol.

Alegría que no falte

A pesar de que el día no fue bueno, supimos aprovecharlo al máximo. No siempre las condiciones de una montaña son buenas, hay que saber desenvolverse con soltura en cualquier situación. Además el dicho lo aclara todo…”MUR RUTAS PARA PASARLAS PUTAS”. Hasta la próxima.