CRÓNICAS MONTAÑERAS: Tempestades 3290 m.

Domingo 6 de Mayo:

Pico Tempestades 3290 m.

Con esquís desde Vallibierna

Con Luis (el creativo), Víctor (el melenas), David (fastman) y Rafa (el freerider).

Tras el "asalto" de ayer al Cotiella estamos animados y tenemos ganas de más, coronaremos un "tresmil", el pico Tempestades. Para "variar" amanecerá con sol pero al mediodía entra nubosidad y se prevén tormentas por la tarde.
Atacaremos por Vallibierna, Llosás y el glaciar sur del Tempestades, para ello debemos recorrer en coche la pista que enlaza Senarta con el refugio de Pescadores donde se inicia la marcha.

Foqueamos por la pista con una franja de nieve continua

No tenemos información sobre el estado de la misma, lo único claro es que no tiene ningún tipo de mantenimiento y estará llena de piedras como mínimo.
Casi seguro no podremos llegar al refugio, sino es por un alud será por un desprendimiento, la duda es desde donde tendremos que empezar a portear.

Rellano entre el refugio y la pleta de Llosás

Al final logramos llegar hasta una curva antes de la Cabaña del Quillón, a 1750 metros de altura, restos de un alud bloquean la pista en el cruce de la Canal del Quillón. No nos podemos quejar, faltan para el refugio poco más de tres kilómetros, podía ser mucho peor.
Preparamos el material e iniciamos el porteo, a escasamente media hora aparece la nieve en la pista calzando esquís.

No quitamos esquís aunque tengamos que cruzar un par de cortos tramos sin nieve, de regreso esquiaremos hasta el mismo punto.
Desde el refugio la nieve es continua aunque posiblemente el siguiente finde haya que portear cien metros de desnivel más arriba.

Apenas hay gente por el sector, se ven huellas recientes por las canales de la Tuqueta Arnau con muy buenas pintas, desde la Palanca de Riberetes encontraremos nieve continua varias semanas más.
Tal y como anunciaron las nubes aparecen cubriendo las cumbres, poco a poco se extienden, de momento refrescan el ambiente y no dificultan la visibilidad.

La Tuqueta Arnau

Rodeamos el Ibón de Llosás y seguidamente el Ibonet, completamente helados y camuflados por la nieve. En la cola del ibonet viramos noventa grados a la izquierda enfrentándonos a las palas de acceso al glaciar, las más empinadas de toda la ruta.
El sol no ha llegado a dar y posiblemente no lo haga en todo el día, la nieve se mantiene dura, ponemos cuchillas y con mucho cuidado remontamos al glaciar.

Las nubes vienen por el norte

Poco a poco la pendiente se "humaniza" vemos las crestas del Tempestades, Margalida y Russell sumidas en la niebla, se respira gran ambiente de alta montaña. A nuestra espalda destaca el pico Vallibierna, la panorámica se asemeja a un autentico "mar" de nieve.
Foqueamos por el glaciar dirección a la imponente pirámide del Tempestades, los metros previos a la cima van aumentando pendiente convirtiéndose en una canal.

Cubeta de Llosás

Apuramos con esquís al estrechamiento rocoso situado a escasos 90 metros de la cúspide. Con crampones hollamos cumbre sumidos en las tinieblas. Parece que el sol amaga con salir, no hace viento y la temperatura como dice Víctor, se sitúa en "zona de confort", permanecemos casi una hora arriba logrando tener vistas en un par de ocasiones.

Ibón de Llosás

En pocos minutos bajamos a los esquís, quitamos pieles preparándonos para una de las mejores esquiadas del Pirineo. En los primeros giros la visibilidad va justa, a poco que descendemos aclara disfrutando el doble, la nieve estupenda como suele ser habitual en las últimas esquiadas.
El glaciar es como una enorme pista de esquí sin una sola piedra a la vista, reservada solo para nosotros.

En el Ibonet

Esquiamos por el mismo itinerario, el bosque resultó ser lo más entretenido, slalom, carreras y adelantamientos, sin enterarnos ya estamos en el refugio de pescadores.
Proseguimos esquiando, toca ejercitar brazos, poca pendiente en la pista y nieve blanda, en cualquier caso mejor que andando con los esquís a cuestas.

Entrando en el Glaciar

Acaba la nieve y en menos de media hora llegamos al coches muy satisfechos con la excursión y con todo el finde. Por supuesto las cervezas fueron reclamadas cuanto antes, brindamos por lo "buenos" que somos y algunos repitieron lata acabando más "contentos" si cabe.
Regreso a Campo, como es costumbre nos ducharemos, comeremos, recogemos la casa y vuelta a Zaragoza. Cuando llego a Zaragoza tiro todos los trastos en el pasillo y a la cama.