Domingo 3:
Cueva del Muerto
Macro expedición "multiedades" a la escabrosa Cueva del Muerto, cerca de la Almunia de Doña Godina.
Este fin de semana quedé con mi amigo Javi Alvarez en ir a la cueva con su familia y unos amigos, aproveche la ocasión para llevar a las "secretarias".
Descendiendo el pozo para entrar en la cueva
A las 8,30 salí de Zaragoza muy bien acompañado, Oscar (el destalentao), Vicente (tío de Oscar), Isidro (cachocabroncarapija) y el equipo de secretarias de "lujo" formado por Anayet, Aurélie, Laura, Irene y Noelia.
En la gasolinera del Cisne camino a Madrid nos juntamos con Javi y su familia además de sus amigos, en total dieciséis personas.
Entrada al pozo, montando el rapel
La pista de acceso a la cueva tiene piedra suelta y mucha pendiente para un turismo, Javi nos demostró que el suyo podía subir, luego confeso que quería romperlo para comprarse otro. Con el Nissan y el Honda 4X4 de Oscar llegamos sin problemas.
"Disfrazarnos" y preparar el material llevo un rato, ("alguna" se olvido la linterna) y rapelar diez metros para bajar el pozo de entrada más aun. Montamos dos lineas de rapel y hasta los pequeños de 7 a 10 años sabían rapelar con anterioridad, lo que no sabían era como iban a subir.
Aurélie bajando el pozo
El recorrido por la gruta sorprendió a todos, cincuenta metros de "gateras" con pasos super estrechos, nunca hubieran pensado que cabían por ahí. Entre el agobio en algunos tramos y el calor del interior de la cueva nos empapamos de sudor.
Pequeñas salas intermedias daban tregua al contorsionismo que se traducirá en agujetas al día siguiente.
Trepando entre cascadas de formaciones muy bonitas
Llegamos a una gran sala con cantidad de formaciones, es lo más parecido a un escenario de cartón piedra para una película de terror. Alguien me pregunto que porque se llamaba cueva del Muerto, yo les conteste que no lo sabia pero que íbamos a procurar que no le cambiaran el nombre por el de "los Muertos".
Laura saliendo por el paso de la Bellota
Continuamos por el ramal más profundo con agujeros más estrechos aun, si cabe, hasta llegar al fondo donde hay una pequeña imagen de la virgen del Pilar en la pared. De vuelta los pequeños estaban ya cansados y algo "insufribles", los llevamos separados de sus padres así era más fácil controlarlos y los padres disfrutaron más.
La frase más oída saliendo era, "por aquí no hemos pasado antes", si les doy esquinazo y me marcho aun estarían buscando la salida. Oscar se quedo atrás con las secretarias para explorar unos agujeros, a poco no encuentran la salida.
Javi saliendo del pozo a base de puño y croll
Por fin llegamos a la base del pozo, había que subir para salir, a los pequeños con una polea antirretorno les izamos como plumas, los mayores con su puño y croll aprendieron a progresar por las tres lineas de cuerda que instalamos.
Por fin fuera..........., en total seis horas "bajo tierra", pringados de barro hasta el "culo" en el sentido literal de la palabra, con aspecto de recién rescatados de las ruinas tras un terremoto.
¡¡Hemos sobrevividooooo.....!!
Nos cambiamos y limpiamos lo que pudimos. Fuimos a la Almunia, en la terraza de un bar comimos con "tertulia", muchas risas satisfechos y contentos con esta actividad nueva para la mayoría.