domingo, 7 de agosto de 2011

El Sacs, vía ferrata

Domingo 31:
Vía ferrata El Sacs
 
  Día tranquilo y reposado, Sandra (la inefa), Ana (la mochuela) y yo nos levantamos a las diez, desayunamos sin prisas y tomamos carretera a Benasque. Frente al cruce de Cerler esta la conocida vía ferrata del Sacs, aparcamos junto a la central de Ruda, ponemos arneses, disipadores y cascos y nos aproximamos al comienzo por la orilla del Esera, en pocos minutos estamos.


Los tramos más verticales tienen algún paso "atlético"

  Esta ferrata es de las primeras que se crearon en Aragón, su fama de espectacular y difícil se ha ido difuminando conforme aparecían nuevas vías. En la actualidad esta perfectamente instalada y se ha hecho correctamente el mantenimiento con muchos tramos de sirga “relucientes”, los desprendimientos se ceban con el equipamiento de la vía en los meses de invierno.


A pesar de la verticalidad, me resulta difícil conseguir fotos donde se aprecie a la vista

  El primer trozo es bastante tumbado y con pocas grapas, a veces se sube casi de pie, mi “deteriorada” espalda prefiere los tramos más verticales donde no es necesario doblarse para cambiar los mosquetones. Al fin nos enfrentamos con la pared, un tramo algo extraplomado nos recibe, seguido varias travesías muy aéreas y un par de techos que obligan a tirar de brazos, se mantiene el interés y dificultad hasta el final terminando con otro tramo corto que tira para atrás antes de salir.


Sandra y Ana no tienen miedo

  La parte superior es un estupendo mirador desde donde se divisa el valle de Benasque en todas direcciones, así como las pistas de Cerler.
  Ana y Sandra suben como “Pedro por su casa”, les encantan los tramos aéreos y con techos, al final no voy a encontrar ferratas lo suficientemente difíciles para ellas, pronto iremos a Lérida a recorrer las vías nuevas en la ermita de la Pertusa que parece ser “prometen”.


La parte superior de la ferrata es un estupendo mirador

  Regresamos a Campo y siguiendo el “ritual” regresamos a Huesca y Zaragoza respectivamente.

Reseñas de la Vía:

Más fotos:

sábado, 6 de agosto de 2011

Aneto 3404 m

  No me apetece mucho subir al Aneto en verano porque aunque es el pico más alto del pirineo su ascensión por la Renclusa es un canchal “insufrible” muy desagradecido, en contraste con el invierno que se transforma en inmensas y suaves palas nevadas ideales para el esquí. Por Vallibierna es mejor y más corto pero me da “pampurria” coger el "puto" autobús hacer cola y pagar los 20 euros que vale, dependiendo de horarios.
  Sandra y Ana, los últimos fichajes de secretarias, me “presionan”, les hace mucha ilusión coronarlo, por otro lado a mi amigo José Luis Ferrer se le metió en la cabeza el Aneto por segunda vez como plan de “choque” para estar fuerte el día de su “tresmil anual” el próximo 15 de agosto, al final cedí.
   Terminada mi segunda tanda campamental en Canfranc el día 29 por la tarde baje hasta Huesca para recoger a las “secretarias” Ana y Sandra, continuamos viaje hasta mi apartamento en Campo para hacer noche.

Sábado 30:
Pico Aneto 3404 m.
Circular, ascenso por la Renclusa y descenso por Salterillo.

  Preveo multitud de “peña” en el Aneto así que decido salir tranquilos y llegar a “cerrar”, evitando los atascos en el paso de Mahoma que en caso de muchedumbre se puede flanquear por la vertiente de Coronas pocos metros más abajo sin demasiados problemas.
  Vamos en coche hasta el vado del Hospital Ana, Sandra, José Luis y Javier (vecino de la urbanización en Campo), cogemos el autobús de las ocho y en pocos minutos estamos en la Besurta empezando la marcha con sol y buen tiempo.

Paso del Portillón al glaciar del Aneto

  Subimos despacio, sin prisas pero sin pausa, José Luis es “diesel” lento pero seguro, no se para ni se queja, Sandra y Ana no llegan ni a calentar hubieran subido en la mitad de tiempo pero hoy no era día de correr. Javier mantiene el “tipo”, dice que esta flojo pero se le ve subir sobrado.
  El largo tramo de bloques para ir a la brecha del Portillón y pasar al glaciar del Aneto es interminable, poco a poco llegamos, nos empezamos a cruzar con gente que baja de la cumbre. Otro tramo de bloques acaba en el hielo del glaciar, ponemos crampones y piolet, al principio es hielo duro y descarnado, luego nieve primavera por la que se progresa muy bien.

Atravesando al glaciar con el Aneto al fondo entre la niebla

  Cuando pasamos el collado de Coronas, en un tramo de fuerte pendiente, Javier resbala y se cae al cruzarnos con un gran grupo de gente, desliza y con el piolet se termina deteniendo. Realmente no era peligroso, la nieve estaba blanda y hubiera parado enseguida aunque no clavara el piolet. Lo que consiguió fue “acojonar” al personal que bajaba alguno de los cuales terminó de rodillas del miedo, nos reímos mucho por las caras que vimos.

Atravesando el "temido" Paso de Mahoma

  En la antecima había dos personas, estábamos solos, sorprendidos porque a pesar de salir tarde y batir nuestro record de “permanencia en altura” aún había gente que llegó después. Atravesar el paso de Mahoma fue “pan comido”, muchos agarres, buena roca y cimaaaaaaaaaaaa…….¡¡¡¡¡¡¡¡¡
  Todos supercontentos, buenas vistas, fotos, un pico que subo de media dos veces cada año. Ana y Sandra se empeñaron en fotografiarse sobre la cruz, desde que estando en la cima del Vallibierna vimos con el zoom de la máquina de fotos a un "tío" en la cima subido lo tenían en mente.

Todos en el vértice geodésico en la cumbre del Aneto

  Regreso tranquilos a la antecima y a comer, acabamos con todas las “existencias” y a bajar rápido, el último autobús sale a las nueve de la noche y no nos apetece andar hasta el vado.
  Desde el collado de coronas enfilamos en diagonal glaciar abajo directos a la cubeta del ibón de Salterillo por la llamada ruta de los “Guías”. Es un itinerario mucho mejor que el de subida, su dificultad radica en que no está perfectamente balizado, hasta llegar al ibón se necesita buena visibilidad y sentido de orientación o en su defecto un GPS con la ruta grabada. A partir del desagüe del ibón un sendero muy marcado nos lleva hasta la cascada de Aigualluts, solo queda descalzarse para cruzar las heladas aguas del río que con las piedras del fondo nos causan un dolor horroroso, se transforma en un auténtico placer al salir del agua.

Las "secretarias" Ana y Sandra subidas en el punto más alto de Aragón

  Un bonito y corto paseo nos lleva a la Besurta que llegamos justo cuando el bus arranca delante de nuestras narices, media hora de espera “jodidos” de frío nos queda hasta que viene el siguiente y último bus. Propongo que en vez de bus se ponga un servicio de taxis que por el mismo precio darían un mejor y continuo servicio al igual que por Vallibierna.
  Como teníamos cervezas y picoteo en el coche a pesar del frío y viento no pudimos evitar beberlas por lo que nos destemplamos completamente, acabamos tiritando con la calefacción puesta.

Bonita vista de Aigualluts en el descenso

  Llegamos a Campo a las “tantas” nos duchamos y medio cenamos para irnos a acostar volando, decidimos que mañana no madrugaremos.
  
Reseña de la ruta.

Esta travesía realizada por nosotros el año pasado:

Aneto en invierno:

Track para GPS y ver la ruta en Google Eart por Salterillo:

Todas las fotos:
Aneto 3404 m.