CRÓNICAS MONTAÑERAS: Culebras 3062 m.

lunes, 10 de junio de 2013

Culebras 3062 m.

Domingo 2 de Junio:

Tuca de Culebras 3062 m.

Con esquís desde Vallibierna por el barranco de Culebras.

Tras la paliza del Cotiella nos levantamos un poco "zombis", David el (exfutbolero) bastante "trastocado", cojeando y "lloriqueando" por lo hecho polvo que se encuentra. Al proponerle que se quede en la cama le cambia la cara a alegría total, deja de cojear y se va a dormir, ofreciéndose a fregar platos, hacer la comida y lo que quieras mandarle.
Me dijo algo así como que él estaba "hecho un viejo" a lo que le puntualice que no estaba hecho un viejo, sino un "joven hecho polvo", para "viejo" yo que le doy mil vueltas a la mayoría de los jóvenes.

Nos colocamos los esquís en la cota 2000 con nuestro objetivo al fondo

Hacemos un "mano a mano" entre David (fastman) y yo, "los viejos". La predicción para hoy es mejor que la del sábado, así que retomamos la idea del Perdiguero, nuestro plan "A" favorito desde hace semanas y siempre abortado por motivos meteorológicos.

Aunque en Campo el tiempo es aceptable, el fondo del valle esta más negro que ayer, a la entrada de Literola esta lloviendo, aun así David quiere intentarlo, le quito la idea de la cabeza radicalmente. Se ven algunos "claros" por el entorno de Cerler, solo tenemos una posibilidad, subir por Vallibierna y confiar en que el Aneto y Maladetas retengan el temporal permitiendo realizar actividad más al sur.

Superando con crampones la canal final

Con el Subaru de David remontamos sin problemas la deteriorada y pedregosa pista de Vallibierna hasta el refugio de pescadores tan frecuentado por nosotros últimamente. Tenemos suerte, el eje del valle es la linea de separación entre el buen y mal tiempo, Maladeta, Aneto y Tempestades cubiertos, Perdiguero y Posets igualmente, Culebras y Vallibierna despejados con alguna nube pasajera y chispeando nieve que arrastra el fuerte viento.

Mientras nos preparamos regresan algunos montañeros "madrugadores" que han intentado el Aneto y Tempestades y se han visto obligados a desistir por el temporal.

Collado sobre la canal antes de la trepada

Comenzamos la marcha por la pista valle arriba, a trescientos metros escasamente del refugio a la derecha salen unos mojones de piedras que nos guían a la Palanca de Riberetes, un puente de madera por el que se cruza el río principal cómodamente. Seguimos los hitos por trazo de sendero sin perderlos entre pinos, al salir del bosque encontramos la nieve continua y calzamos esquís poco más de treinta minutos de porteo en la cota 2000.

Flanqueamos bajo la Tuca Arnau dirección al Culebras y Vallibierna que vemos al fondo orientándonos como un faro en el camino. Cruzamos el barranco de la Tuqueta Blanca y continuamos el flanqueo sobre la Canal de Vallibierna con una nieve recién caída, blanda e inconsistente.

Bajando de la cima en la parte "ancha" de la arista

Vemos al fondo la Canal Norte del Vallibierna y bajo ella un grupo de Montañeros preparándose para subirla, resultaron ser nuestros amigos de elrefugioalpino de Teruel con los que coincidimos en innumerables ocasiones por el monte de forma casual.

Abandonamos la canal en la cota 2450 para enfilar directos al empinado barranco de Culebras. Hay muchísima nieve y me resulta mucho más suave que en verano. David va delante trazando infinidad de zetas para llegar al collado de Culebras donde hacemos un alto para poner crampones.

Destrepe expuesto de roca y nieve

El estado de la nieve es muy variable según la orientación y la altura, en las partes bajas era más parecido a hielo de pescadería que a nieve, poco a poco estaba más compactada. Llegados al collado nos veíamos apurados hasta con cuchillas, así que decidimos cramponear para afrontar la ultima canal con seguridad.

Llegamos a otro pequeño collado en la base de la pared final que defiende la cumbre del Culebras, dejamos los esquís y nos encaramos con ella trepando por un tramo mixto de nieve y roca bastante expuesto. En verano se sube más directo tirando a la derecha sobre los cortados, hoy flanqueamos a la izquierda y después trepamos para disminuir la exposición.

Flanqueo al collado sobre la canal

Una vez en la cresta nos sorprendemos al ver que lo que es un ancho y fácil paso hasta la cumbre se ha transformado es una fina y aérea arista de nieve con una cima puntiaguda. La nieve es nueva, esta muy húmeda y sin consistencia, además se forman zuecos en los crampones aumentando considerablemente los números para la "rifa" de una "hostia". Valoro la situación y decido pasar, al principio por el filo asegurando cada paso, luego con un pie por cada vertiente clavando el mango del piolet hasta el fondo y cimaaaaaaaaaa........¡¡¡¡¡¡

Estupenda esquiada desde arriba del todo

El paso de Caballo medio asoma entre la niebla y da miedo solo mirarlo, nos hacemos cuatro fotos y vayámonos de aquí. Retroceso con máxima precaución hasta el comienzo del destrepe, bajamos cara a la pendiente pensando cada paso. deshacemos el flanqueo y llegamos a los esquís.

El sol ha hecho su trabajo y la nieve parece estar en perfectas condiciones para esquiar, a pesar de la gran pendiente que tiene la canal hasta el collado de Culebras estamos seguros para bajar esquiando. La esquiada resulta incluso mejor y más fácil de lo esperado, disfrutamos una pasada y más aun en los tramos inclinados.

Final del barranco de Culebras y Vallibierna al fondo

El barranco de Culebras que tanto costo subir, es un visto y no visto, ya estamos abajo. Queda el flanqueo por nieve "guarra" hasta cruzar el barranco de la Tuqueta Blanca. Aun tenemos unas palas buenas al final de las cuales nos adentramos al bosque donde sorprendentemente se conserva la nieve, buscando continuidad logramos bajar esquiando casi a la misma altitud que el refugio.

En veinte minutos de porteo llegamos al coche con una enorme sonrisa de satisfacción, hemos subido un "tresmil" y gozado un montón sin apenas cansarnos.

Esto se acaba, las nubes cubren Posets y Perdiguero

Volvemos a Campo, nos espera David (el exfutbolero), relajado y con buena cara. Nos tomamos las cervezas correspondientes, unos buenos macarrones con ensalada y regreso a Zaragoza.