CRÓNICAS MONTAÑERAS: Oscuros del Balces

martes, 16 de septiembre de 2014

Oscuros del Balces

Domingo 3 de Agosto:

Descenso de Barrancos

Oscuros del Balcés y Barranco Estrecho

Hoy toca jornada barranquista, salimos desde Zaragoza sin "matarnos" madrugando, Iván Antón, María Lafuente, Lorena Torrecilla, Anayet (la esquiadora) y yo. Nos desplazamos a Guara que esta más cerca, el barranco elegido los Oscuros del Balcés, como es corto le daremos un poco más de "emoción" utilizando como variante de retorno el Barranco Estrecho.

Preparados para comenzar el descenso

Dirección Rodellar tomamos la pista del Barranco Fondo, a dos kilómetros aparcamos en un ensanchamiento y preparamos el material. Casi no hay espacio para estacionar, es un descenso muy popular y elegido por empresas para llevar clientes en "romería", ya sabemos que nos va a tocar hacer "cola", lo tenemos asumido, es el precio de este barranco en plenas vacaciones estivales y además fin de semana.

Rapel con "tensión" en el caos

Nada más llegar un grupo grande comienza la aproximación, como no hay nadie esperando lo tomamos con tranquilidad para dar espacio. Sin prisas seguimos la pista, esta cerrada al trafico por una barrera, a la derecha nace un sendero bien marcado señalizado con un gran mojón de piedras. El camino desciende hasta el río con zonas pedregosas pero sin dificultad, para nuestro asombro adelantamos al grupo que salió delante y a otro más, avanzaban a paso de tortuga "mareada".

Buscando el paso entre los gigantescos bloques

Una vez en el cauce seguimos aguas abajo hasta el "caos" que marca el comienzo de la actividad. Damos alcance a un tercer grupo, para adelantarlos planeamos ponernos el neopreno en la primera poza grande rápidamente y sin presionar para después "aparecer" por sorpresa en el caos y sobrepasarles.

El plan funcionó, el problema fue que a parte había como unas 50 personas más preparadas para descender.

Cuevas y pasos estrechos

Un grupo con una docena de componentes comenzaba a moverse, me adelanto a "negociar" con el guía, con mala caras y refunfuñando me deja pasar deseando no volver a verme.

El primer rapel del caos lo bajamos sometidos a fuerte presión con el guía pisándonos los talones, a toda leche nos descolgamos para introducirnos en el laberinto de rocas por el cual tendremos que buscar la salida.

Estético pasillo perfectamente excavado por el agua

Ya tranquilos avanzamos a nuestro aire sin nadie delante, hemos tenido una suerte "tremenda". Poco a poco la garganta se cierra empezando un largo, acuático y estrecho pasillo, la oscuridad y la fuerza del agua crean un gran ambiente.

El pasillo nos lleva a una cascada de pocos metros donde con mucho caudal se forma un rebufo peligroso, hay una instalación más alejada para evitarlo.

Vídeo del descenso:

Poco a poco la garganta se va abriendo hasta llegar a una zona amplia en la que hay "mogollón" de "peña" quitándose trajes, no cabe duda, estamos en el final del descenso.
Es un recorrido clásico, acuático y divertido, relativamente corto, reúne muchos alicientes, caos, estrechos, oscuros, en un trayecto semi subterráneo. El problema es en verano la gran cantidad de gente, con mucha agua es una trampa mortal, mucho ojo al evaluar el caudal y si no se esta seguro evitar meterse.

Pequeño rapel muy peligroso con caudal alto

Hemos disfrutado, lleva el caudal adecuado y no hemos esperado nada, aprovechamos todas sus posibilidades, saltos, destrepes, sifones, toboganes ......, repitiendo lo que hemos querido y más.

Todos muy contentos aunque nadie se imaginaba lo que nos esperaba a partir de ahora.
Para remontar el Barranco Estrecho recogemos neoprenos en las mochilas y dejamos puesto el arnés y casco, allí mismo desemboca y nos adentramos por él en sentido ascendente. Normalmente es seco pero las tormentas de ayer le han dotado de un mínimo caudal haciéndolo muy resbaladizo.

Salida del angosto pasillo

Remontar el Barranco Estrecho es una alternativa más divertida a la senda, la mayor parte progresamos andando buscando el paso entre vegetación con alguna pequeña trepada. Tiene algunos tramos delicados que se superan bien con un poco de técnica.

Hay dos pasos claves, una confluencia de barrancos con 15 metros de desnivel, se supera primero en oposición y luego trepando, es expuesta así que mandamos a Iván por delante que es un "friki" de la escalada para que ponga la cuerda.

Espectaculares paredes remontando el Barranco Estrecho

El segundo una cascada de toba que se caracteriza por tener una higuera en medio, se supera trepando por la higuera y desde arriba alta "saltar" a la parte superior del rapel. Esta vez me toca a mi poner la cuerda pues Iván es escalador de roca, lo de trepar arboles no es una técnica de escalada que controle.

A partir de aquí nos podemos considerar "salvados", lo que resta es prácticamente andar hasta el coche. Hemos duplicado la duración de la actividad, al estar tan resbaladizo ha costado más de lo debido remontar.

Delicada trepada en uno de las cascadas

Alucinamos cuando observamos que los únicos que han llegado son los que nos dejaron pasar, el resto de la multitud que vimos preparándose si salen antes de que anochezca tendrán suerte.

Recogemos el material en los bidones estancos y vamos a Bierge en busca de una fuente a la sombra donde degustaremos nuestro picnis bien "regado" con cervezas y refrescos fríos.
Antes del viaje de vuelta a Zaragoza tomaremos un café en uno de los bares de la zona contentos y satisfechos.