CRÓNICAS MONTAÑERAS: Turbón 2492 m.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Turbón 2492 m.

Domingo 10 de Agosto:

Castillo del Turbón 2492 m.

Desde el Refugio de la Plana

Hoy es para Yolanda su prueba de "fuego". Siempre a manifestado su deseo de subir al Turbón y más desde que compró el apartamento en Campo con vistas panorámicas a la fachada del Turbón.
El reflejo de la luz en los atardeceres y amaneceres sobre el Turbón son de postal, hasta el Conde Rusell la calificó como la montaña más luminosa de Europa allá para 1850.

Vistas sobre el Cotiella en la Plana del Turbón

El pequeño "problema" es que Yolanda no es ni ha sido montañera, no tiene costumbre de andar "cuesta arriba" con lo cual prácticamente todas las rutas de ascenso quedan "fuera" de su alcance, a no ser que se ponga en manos de un preparador físico una larga temporada, cosa improbable.

Tanto dar la "tabarra" me puse a "cavilar" y le ofrecí acompañarla a la cumbre subiendo desde la Plana del Turbón. Con mi todo terreno llegaremos motorizados hasta la cota 2050 m. quedando escasamente algo más de 400 metros de desnivel.

José Luis observa el Posets antes de comenzar la marcha

Partimos de Campo los "expedicionarios", Yolanda, José Luis, Monica y yo. Por la carretera a Vilas del Turbón nada más pasar Egea nos desviamos a Serrate, 600 metros más adelante vemos la bifurcación indicada como Refugio del Turbón.

Comienza la larga pista de ocho kilómetros, el primero es más o menos bueno, lo que sigue está fatal, piedra suelta combinada con gran pendiente hacen imposible subir con un turismo aunque no sea tuyo.
La parte alta tiene estrechas curvas de 180 grados en medio de gran pendiente, grava profunda y resbaladiza, es imprescindible maniobrar con el precipicio a pocos centímetros. No aconsejo subir ni con todo terreno a no ser que tengas un mínimo de técnica y costumbre para conducir por caminos rotos.

Buscamos trazos de senda para subir más cómodos

La pista se hace larga hasta en coche, si subimos andando hay que sumar dos horas más de ida y otras tantas de vuelta.

El verano pasado realicé un recorrido en bicicleta por la zona subiendo a la Plana y bajando por la pista, me pareció un descenso "lamentable", prefiero un camino con piedras que esa "puta" pista.
Rebasado un abrevadero la pista se "humaniza", aparecen verdes y grandes campas divisando el Cotiella y cumbres del Posets.

En el collado aparece la Coma de San Adrián

A la izquierda esta el Refugio y a la derecha la amplia canal por la que ganaremos cumbre, me aproximo en lo posible hasta el inicio de la pedregosa pendiente.

La temperatura es agradable y el cielo esta despejado, iniciamos la marcha, sin prisa pero sin pausa, al paso de Yolanda.
La motivación y el entusiasmo va a ser la "maquinaria" que moverá a Yolanda hasta la cima cueste lo que cueste, así fue.

Nueva mesa interpretativa en la ante cima

Mónica y yo nos adelantamos para tomar fotos, José Luis siempre junto a Yolanda insuflándole moral. Lo bueno de subir por aquí es el escaso desnivel, lo malo la fuerte pendiente con camino pedregoso e incomodo, hay hitos confusos por los cuatro costados y es normal perder el rastro de la senda.

Procurando ir por lo más aceptable trazando zetas para subir progresivamente vamos ganando altura a la montaña.

Autorretrato de todos los componentes de la expedición

Yolanda no va sobrada, se nota el sufrimiento cada paso, empapada en sudor y acelerada de pulsaciones, pero para nada cambia su cara sonriente ni tiene la más mínima duda.

Una vez en el collado con vistas a la Coma de San Adrián la moral se le desborda y sube como una moto.
Hay variaciones en la cima, han puesto una mesa interpretativa de cumbres y el vértice cimero ha sido "desintegrado", no se si por manos humanas o causas meteorológicas.

Añadir leyenda

Todos contentos, sobre todo Yolanda, no la veía tan feliz desde la pasada nochevieja tras tomarse unas copas de vino y champán.

José Luis hace de "guía turístico" explicando a otros montañeros las cumbres que se distinguen, Cotiella, Posets, Perdiguero, Aneto y Maladetas .....
Disfrutamos un buen rato del paisaje además de comer y tomar las fotos que inmortalicen el momento.

Yolanda llegando a la cima

Bajar casi fue peor, si tienes costumbre buscas franjas de pedriza fina y profunda descendiendo echando virutas pero si no.......

Poco a poco ayudada por José Luis sumando resbalones y unos cuantos "culazos" llegamos al coche. Hasta Mónica patinó cayendo sentada sobre una piedra en punta, me dolió a mi solo de verla, bufff...¡¡¡
Al final no costo tanto, en tres horas y media subimos y bajamos incluyendo paradas y el tiempo de cima.