CRÓNICAS MONTAÑERAS: Bacías 2758 m.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Bacías 2758 m.

Domingo 15 de Marzo:

Pico Bacías 2758 m.

Desde el Balneario de Panticosa con esquís

El fin de semana pasado cuando nos preparábamos para ascender al pico Brazato encontramos a Javier Pérez que coronaría el Garmonegro. Nos contó que las condiciones eran muy buenas poniéndonos la miel en la boca, lo programamos para este fin de semana.

Javier por el bosque de Brazatos

Salgo solo desde Zaragoza, recojo en Huesca a Bea (la andaluza) y hacemos otro alto en Sabiñanigo para unirnos con Antonio (el sobrao), Sara (saracrof) y Rafa (el freerider).

Rafa y Sara estuvieron ayer dando la vuelta al Midi con unas condiciones meteorológicas lamentables, vieron el monte peligroso y hoy venían dispuestos a "torpedearme" la expedición al Garmo "si o si".

Abandonamos el barranco por una empinada ladera

Cuando oímos su relato nos quedamos con "cara de haba" pues mi información era diferente, apenas había nevado en la vertiente española y el riesgo de aludes anunciado seguía siendo bajo. También tenia referencias de otros montañeros que estuvieron realizando ascensiones por Panticosa y vieron el monte muy estable, Rafa y Sara no querían ni subir al Balneario, proponían un foqueo alternativo por las pistas de Panticosa.

Vemos detrás Ordicuso y Fénias

Otra razón que no llegaron a comentar fue que estaban hechos "polvo" del día anterior y no tenían ganas de nada. Antonio, Bea y yo frescos como una rosa, el día era esplendido y soleado, para nada dejaríamos escapar una jornada de esquí tan buena.

Lo que deseaban era que nos fuéramos al Garmo y ellos darían un paseo con esquís pero tampoco era esa la solución.

En el Puerto de Brazatos aparece la mole del Vignemale

Tras una larga negociación y casi a regañadientes llegamos al acuerdo de ir al Balneario y subir al pico Bacías, menos peligroso en caso de alto riesgo de aludes.

En el Balneario sol y buen tiempo, había gente con esquís subiendo para todos lados, una marcada huella surcaba las laderas del Garmonegro, con resignación iremos al Bacías, total lo hemos subido muchas veces y volverá a caer otro día en esta temporada seguro.

A lo lejos la Sierra de la Partacua

Casualmente encontramos a Javier Perez otra vez, con Javier Barra y Juan Carlos Cirera, que mira por donde van al Bacías, nos enfrascamos en una divertida "charrada" y acabamos subiendo juntos.

A mitad de febrero con riesgo de aludes alto intentamos coronar el Bacías quedándonos a mitad camino por una fuerte nevada, hoy nos sacaremos la espina, "no hay mal que por bien no venga".

Bea y Rafa llegan a la cumbre

Comenzamos el foqueo en las escaleras de Casa Belio, hay un palmo de nieve nueva con una base dura debajo que agarra bastante bien. La huella esta hecha, ha subido gente al Foratula, Tablato, Brazatos y Bacías, avanzamos tranquilamente contando "batallitas" con una sola capa en el cuerpo y sin pasar frío.

Vistas del Pico del Puerto y el Puerto de Brazatos

La ruta de ascenso es la "típica" invernal por el barranco de Brazatos común a casi todas cumbres del sector. Dejamos la huella al Foratulas que se va a la derecha y poco más adelante abandonamos el barranco por una empinada ladera a la izquierda, salimos a un rellano.

A la derecha subiríamos al ibón inferior, iremos a la izquierda dirección norte a por otra rampa más larga e igual de inclinada, adentrándonos en la cuenca de los ibones Altos de Brazatos.

Sara observa los paredones del Vignemale

Dejamos a la izquierda las cubetas de dos ibones bajando un poco para cruzar por encima del agua helada el ibón Perforao evitando un incomodo y largo flaqueo de las laderas de la Punta del Puerto.

Alcanzamos el Puerto de Brazato, punto de acceso al Valle del Ara, sin perder altura nos dirigimos a por la pala final del Bacías bien visible desde el collado.

Sara y Bea, las chicas de la "expedición"

Subimos con esquís casi hasta arriba, por unos pocos metros con nieve dura y venteada ponemos crampones, ya somos "mayores" para rompernos una pierna de la manera más tonta.

Por fin todos coronamos la cumbre, Sara y Rafa reconocen que las condiciones de la parte española son muy diferentes de lo que ellos vieron y que podríamos haber subido al Garmonegro sin ningún problema, pero nos da igual, gozaremos lo mismo con el aliciente de estar todos juntos.

Autorretrato en la cumbre

Para variar "cerramos" la cima, no tenemos prisa, sobra día, alargamos el disfrute en la cúspide. Cuando nos "cansamos" de tirar" fotos, comer y mirar, comenzamos la esquiada que haremos desde arriba.

Esquiamos por el cordal al collado entre el Bacías y el Pico del Puerto sobre un estrecho ventisquero con nieve polvo, trazamos una diagonal para salir a la pala entre abundantes piedras que afloran.

Vistas desde el Garmonegro, Infiernos .......

Hacemos algún "malabarismo" pues nos encontramos con tramos de nieve muy dura que salvamos con cuidado. Lo ideal es lo que hicieron Rafa, Bea y Sara, bajar un poco andando hasta una especie de colladito dirección al valle del Ara y allí con menos piedras calzarse esquís.

La gruesa capa de nieve nueva, húmeda y pesada, no fue suficiente para cubrir las irregularidades de la nieve vieja, los acanalamientos por la lluvia se hacían notar en cotas altas.

Concentración .........

Poco a poco la nieve iba transformando y estaba mejor, fue de las mejores esquiadas de esta temporada. Bajando la pala desde la cuenca de los ibones altos nos desviamos a la derecha flanqueando a media ladera para dar a la inmensa bajada por donde desaguan los ibones de Labaza.

El tramo del bosque hizo "sufrir" a algunos, los pinos no están muy juntos pero entre la pronunciada pendiente y la nieve dura a la sombra con los esquís largos las pasaron "putas y canutas".

Y disfrute en el descenso

Esquiamos hasta la puerta de la vieja iglesia de Nuestra Señora del Carmen, junto a los hoteles del Balneario. Hemos pasado una estupenda jornada de montaña, nos falta el picnic, tras ponernos ropa seca y recoger el material dimos cuenta de las cervezas con patatas, embutido y canapés salados entre otras "modernidades".

Finalizamos en el bar Mi Casa de Sabiñanigo calentándonos con un café de postre y vuelta a Zaragoza sin apenas trafico.