CRÓNICAS MONTAÑERAS: Aspe 2645 m.

jueves, 16 de febrero de 2017

Aspe 2645 m.

Domingo 12 de Febrero:

Pico Aspe 2645 m.

Intento con esquís desde el Valle de Aísa, cara sur.

Con Anayet (la esquiadora), Bea (secretaria), Javi (el vasco), Rafa (el freerider), Manu y yo.

Foqueando por la carretera

Ayer tuvimos mucha suerte con la meteorología, aunque las previsiones no eran buenas se cumplió el mejor de los supuestos quedando una jornada velada pero agradable y sin vientos. Pudimos coronar exitosamente el Petrechema desde Linza con esquís en itinerario circular, sin embargo hoy sucederá exactamente lo contrario.

Fin del asfalto

Hemos establecido el Campo Base en el "confortable apartamento" de Rafa en Jaca, estamos Bea, Anayet, Rafa y yo. A las ocho de la mañana quedamos con Javi (el vasco) y Manu, un amigo de Anayet.
Con la intención de subir al Aspe con esquís por su vertiente sur, nos desplazamos al valle de Aísa. Habitualmente se llega por carretera asfaltada al fondo del valle donde una valla metálica cierra el paso a vehículos.

Malabarismos

Con las recientes nevadas la carretera desaparece bajo la nieve, la limpian solo hasta unas naves ganaderas, a partir de allí tenemos que seguir foqueando. Alargamos la ruta un par de kilómetros de ida y otros tantos de vuelta que descendemos esquiando rápidamente.
Viendo la cabecera del valle completamente negra y la nieve volando en forma de torbellinos sobre las cumbres iniciamos la marcha a ninguna parte.

Se rompe la pierna, no se la rompe...

Tal y como se presenta el asunto no tenemos posibilidades, siempre queda la esperanza de una mejoría transitoria en forma de ansiada "ventana" que permita completar la ascensión.
En la Plana de Nazapal pega el viento que te "cagas", tomamos el lomo dirección al empinado embudo, paso clave de la ascensión.

Saliendo del bosque

En el desvío a la Garganta de Aísa Bea recibe un bandazo de viento, se pisa los esquís faltando el "canto de un duro" para acabar ladera abajo.
La nieve está venteada y dura, aún continuamos hasta la base del embudo, tiene abundante espesor y parece estar algo resguardado.

Llano de Nazapal

Hasta aquí hemos llegado, lejos de amainar cada vez sopla más fuerte oscureciendo el cielo, arriba tiene pintas de ser un infierno, tocamos retirada inmediata.
Pegados a las rocas de la muralla intentamos protegernos del viento racheado, quitamos pieles e iniciamos la esquiada.

Progresando por el lomo del contrafuerte

Los primeros metros son críticos, entre viento y la falta de visibilidad hay que deslizar con todas las alertas activadas. En vez de bajar por el lomo utilizamos una vaguada ligeramente menos venteada.
Cuando viene una fuerte racha paramos a esperar, en los intervalos de tranquilidad aprovechamos para esquiar.

Mallo Lecherín

En el llano estamos "salvados", al adentrarnos entre la vegetación la situación cambia por completo, aún sopla fuerte pero a nosotros nos parece brisa.
Ya en el coche Javi ha traído unas cervezas con patatas fritas que nos encargamos de "eliminar" a pesar del frío. No hemos coronado pero si entretenido la jornada, volveremos esta misma temporada.
Tras la despedida regreso a Jaca con la rutina habitual, ducha, comida, recoger apartamento y viaje a Zaragoza.