CRÓNICAS MONTAÑERAS: Pelopín 2007 m.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Pelopín 2007 m.

Domingo 5 de Febrero:

Pelopín 2007 m.

Intento con esquís y raquetas desde el Túnel del Cotefablo

Con Yaiza (la pro), Bea (secretaria), Anayet (la esquiadora), Raquel (la marmota), Ángel, Jorge, Joaquín y Carmen.

El Pelopín es un eterno plan "B" con nieve, apto para ciclogénesis, huracanes, gotas frías y riesgo cinco de aludes. El proyecto inicial es coronar el Pico Toronzué pasando por el Monte Torcedor y Tozal Planas pero el mal tiempo nos derivó al Pelopín, más realista y con posibilidades de éxito, aún así no conseguimos hollar la cumbre abandonando en el collado, a escasos cincuenta metros.

Iniciamos la marcha cuando asoma el sol

La excursión de hoy es una actividad oficial del Grupo de Montaña Tebarray para los chavales de Multiaventura. Se apuntaron "cuatro" literalmente hablando pero ya estamos "acostumbrados" a la falta de motivación de los adolescentes por el ejercicio físico, para no fastidiar a los "escasos y raros" entusiastas sacamos la actividad adelante.

Poco a poco se abre la ventana

Ya sabíamos que iba a hacer un tiempo de "perros", pero no había muchas fechas para cambiar, además a los chavales les va la marcha de "aventura" y sufrir un poco. En resumen, les gusta el morbo de "pensar que pueden morir teniendo la seguridad de que no van a morir", riesgo y aventura.
Salimos de Zaragoza sin que deje de diluviar en ningún momento, paramos en Sabiñánigo a tomar el café y decidir entre las escasas y malas opciones disponibles.

Al salir del bosque sopla viento racheado

La temperatura es alta, tememos que llueva arriba, sería el peor de los supuestos y lo resolveríamos "calándonos" en una ruta senderista a un pico de "vacas" sin nieve. Antes probaremos la opción con nieve, iremos al túnel del Cotefablo desde donde tenemos previsto subir al Toronzué con la opción de desviarnos al Pelopín más corto y cercano.

Abrimos huella

Descartamos perder tiempo desplazarnos a la cabecera del valle, Formigal y Portalet tienen pintas de ser auténticas trampas meteorológicas y eso sin contar con la carretera convertida previsiblemente una ratonera para coches.
Nos alegramos cuando al empezar a subir el puerto del Cotefablo la lluvia pasa a "agua nieve" terminando en una nevada débil.

El sol comienza a tamizarse

Cuando llegamos al aparcamiento la quitanieves esta limpiando la explanada, esperamos unos minutos y estacionamos como "señores". Tenemos muchísima suerte, no solo deja de nevar sino que se abre una "ventana" con sol y sube la temperatura.
Repartimos las raquetas, los que esquían suben foqueando, hay nieve de sobras para salir desde el coche con los esquís puestos.

Vistas del valle hasta Linas de Broto

Empezamos muy abrigados y enseguida paramos a quitar ropa, con una sola capa es suficiente, ya imaginamos que aquello no podía durar mucho.....
No hay nadie, abrimos huella, al ganar la divisoria el viento sopla con fuerza, poco a poco las nubes vuelven a ganar terreno, estamos rodeados por cortinas de nieve que pronto nos alcanzarán.

De momento salvamos el día

Lo importante es que ya tenemos "echado" el día, nada que ver con el plan "C", quedarse en el coche e ir a comer unos huevos fritos "por su sitio", que por cierto también cayeron.
Se acabó tapando el cielo, oscureció, comenzó a nevar, se transformó en ventisca y justo en el collado la visibilidad era nula con viento salvaje.

Bonito paisaje recién nevado

Estamos a escasos cincuenta metros de la cima pero no vamos a arriesgar más de lo debido, tocamos retirada inmediata. No quitamos pieles hasta llegar a un punto medianamente resguardados como para no salir volando.
El descenso sin parar de nevar fue "divertido", nieve profunda fácil de esquiar con nuestros esquís, hasta con las raquetas se daban revolcones intentando seguirnos.

Hasta el collado el viento se aguanta bien

Esperando esquiadores a raqueteros descendimos hasta el cobijo del bosque, a partir de allí fue "pan comido", caras de satisfacción y diversión hasta el coche.
Los chavales llevan sus bocadillos para comer y yo traigo una nevera con latas para todos pero el frío y la nieve persistente no invitan al realizar un picnic.

Rodeados de cortinas blancas

Regresamos a Sabiñánigo y en el bar Mi Casa nos permiten entrar a comer nuestros bocadillos con calefacción y sin mojarnos. A cambio consumimos las bebidas y los monitores unos estupendos platos combinados con café incluido.
Viaje de vuelta a Zaragoza con mucho viento pero sin incidentes, a ver si en la próxima actividad contamos con mayor participación.