CRÓNICAS MONTAÑERAS: Lustou 3023 m.

domingo, 10 de noviembre de 2019

Lustou 3023 m.

Sábado 5 de Octubre:

Lustou 3023 m.

Desde el parking de Fredançon. Valle de Rioumajou. Francia.

Con Marta y Ángel.

Marta en la cumbre del Lustou

Desde mi base en Campo me desplazo hasta Aínsa donde he quedado con Marta y Ángel.
Nuestro objetivo es coronar el Pico Lustou, un "tresmil" principal continuación de la cresta entre los Culfredas y Picos de la Pez, accesibles desde el refugio de Tabernés, muy próximo al refugio de Viados.

Prados empinados

El problema es que no existe ninguna ruta "normal" desde España que no sea de escalada o cresteo nada recomendable, además de estar alejado.
La manera más lógica de coronarlo es subir por la parte francesa, concretamente desde el final de la pista asfaltada que recorre en Valle de Rioumajou, parking de Fredançon.

Se gana el desnivel en pocos kilómetros

Con el coche de Marta viajamos hasta allí cruzando la frontera por el túnel de Bielsa dirección Saint Lary.
Riumayou es un valle bonito, abundante vegetación y árboles gigantescos, forma un circo cerrado por las cumbres del Lustou, Culfredas, Pico Urdiceto, Ibonet de Trigoniero y de Escalet, incrustado como una cuña en España.

Marta

Iniciamos la marcha por una pista forestal a la izquierda, prohibida a vehículos no autorizados. Debemos estar atentos porque justo antes de cruzar un puente nace el sendero a mano izquierda no siendo muy evidente.
Cruzamos el arroyo de Piarre y por su orilla izquierda orográfica emprendemos fuerte ascenso que será casi constante hasta la cima.

La "fachada" del Lustou siempre visible

En la cota 2060 pasamos junto a un pequeño refugio, el sendero se ve claramente pero sube "todo tieso". Avanzamos siempre paralelos al cauce del arroyo, las pendientes herbosas dan paso en la parte alta a un canchal "inmundo", los hitos y algún trazo de senda "ocasional" ayudan a progresar relativamente cómodos.

Los prados dan paso a canchaleras en altura

Vemos siempre al frente la "fachada de nuestro objetivo aparentemente "inexpugnable", giramos a la izquierda en busca del lomo de su contrafuerte NO.
Por el amplio contrafuerte rocoso accedemos a la cresta que viene del pico Parraouis, falta superar el tramo más conflictivo de la ascensión. La cresta se estrecha pero no tiene dificultad técnica, el problema es su roca descompuesta, hay que ir con cuidado pues existen tramos expuestos.

Marta llega a la cresta. Vignemale al fondo.

Enseguida hollamos la cumbre señalizada con un gigantesco hito de piedras. Estamos solos, la temperatura es agradable, el sol da de lleno y la nitidez del ambiente permite observar panorámicas en "3D" desde este incomparable mirador.
Entre reponer energía y fotos permanecemos más de media hora disfrutando de la cúspide.

Progresando por la cresta

El descenso se realiza por el mismo itinerario deshaciendo lo andado. En la cresta hemos evitado los pasos "afilados" pero ahora va Ángel delante y destrepa por el filo resultando más sencillo de lo que aparenta.
El pedregal y seguidamente las empinadas y "eternas" pendientes por prados y sendas acaban por hacerse largas penando las rodillas.

Se puede evitar el filo por un costado

No es para menos puesto que bajamos de una tacada casi 1700 metros de desnivel con 13 kilómetros recorridos entre ida y vuelta.
Cuando llegamos al parking en la sombra la temperatura ha bajado "echando cohetes", nos ponemos ropa seca y bien abrigados damos cuenta de la cervezas para celebrar el éxito de la expedición.

La cresta es frontera francesa

Viaje de vuelta a Aínsa y despedida de Ángel y Marta que tienen base en Boltaña.
Yo también fui a Boltaña porque quedé con Ana (la mochuela), una "antigua" secretaria que ahora trabaja allí y hace tiempo que no la veía. Estuvimos tomando unos cafés mientras nos ponemos al día con la "vida de cada uno, me gustaría mucho que volviera al monte pero me temo que a estas alturas ya no caerá esa breva. 😪😪😪

Valle de la Pez. Francia

Regreso a mi apartamento en Campo y tras ducharme y cenar, otro café por Campo y a dormir.
La meteo para el domingo anuncia chuzos de punta y así fue, me quede en la cama hasta bien entrada la mañana y viajé a Zaragoza antes de lo habitual.