CRÓNICAS MONTAÑERAS: Basa de la Mora

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viernes, 15 de noviembre de 2019

Ibón de Plan

Sábado 12 de Octubre:

Bicicleta de Montaña

Circular con Ebike desde Saravillo. Gistaín

Ibón de Plan o Basa de la Mora.

El Ibón de Plan prácticamente seco

Este finde haré una combinada de bici y andar.
He quedado para cenar en el Refugio de Viadós con Rafa (el freerider) y Rafa (el de las motos), juntos tenemos previsto coronar el domingo desde el collado de Gistaín un par de picos "invisibles", de esos a los que no sube "ni dios".

Refugio de Lavasar

Aprovecho lo que me queda de sábado llegando por la mañana a Saravillo desde donde inicio la ruta en bicicleta al Ibón de Plan. No madrugo, salgo desde Zaragoza, viajo tranquilo empezando el pedaleo casi a la hora de comer pero me sobra tiempo, la excursión es corta.
Asciendo por una pista forestal apta para turismos, es de uso restringido pero pagando tres euros en una "maquineta de tickets dejan subir en coche.

¿Donde está el agua?

Lleva un siglo sin llover y el polvo se acumula en la pista, temí tragar tierra "a saco" por los coches pero apenas me crucé con tres, se nota que la "peña está comiendo. Al final de la pista, junto al Refugio libre de Lavasar me llevo una "sorpresa", cuento algo más de sesenta coches aparcados por donde han podido, me temo que hay overbooking en el ibón.

Estos troncos siempre los he visto "flotando"

Por detrás del refugio sale el sendero que andando y en suave descenso se alcanza el ibón invirtiendo poco más de media hora. Con la bici hay que desmontar en la primera bajada con "pedrolos" gordos y luego en cinco minutos te plantas en la orilla.
Tuve que tener cuidado y paciencia pues coincidió que la gente regresaba a los coches y no era cuestión de "asustar".

¡Vaya, vaya, aquí no hay playa!

Cada dos por tres paraba y esperaba a que pasaran, en una ocasión me dio por salir de la senda para evitarlos y mirando al suelo me metí una "leche" con una rama en la cabeza que a poco me "desmoño". No llegue a caerme pero los senderistas que me vieron se acercaron a auxiliarme con cara de susto, me hirió más el orgullo que mi cabeza pero es lo que hay, al menos no se descojonan delante de mí.😁😁😁

Desde la otra punta

La estampa del ibón fue una pena, nunca jamas lo he visto tan seco, apenas tiene profundidad y me temo que en pocos años acabe colmatando. Pude circular por dentro con la bici, no había ni barro, me fui hasta el otro extremo para fotografiar, apenas queda una lagunilla en el centro.
La época ideal para visitarlo es el final de la primavera o principio del verano, con el ibón a tope, cuando se ha ido la nieve abajo pero aún se conserva en las cumbres, lo repetiré.

Peñas Diez, Once y Mediodía

Retorno por el mismo camino a Lavasar y allí tomo la senda GR a Saravillo, discurre paralela a la pista. Es perfectamente ciclable, el principio empinado y pedregoso pero poco a poco se hace rápido y disfrutón.
A mi me encantó pero a los que no tengan costumbre de bajar por sendas lo más probable es que no les agrade, siempre tenemos el "comodín" de echar pie a tierra y pasar los tramos conflictivos andando.

Diferentes perspectivas

En total me salieron 1000 metros de desnivel positivo en menos de 25 kilómetros que completé en dos horas y media. Hay que decir que voy con una bici "híbrida" (eléctrica y mis piernas que son de combustión) y subo bastante deprisa, pero en el ibón "perdí" un ratazo dando vueltas por ahí alucinado al verlo tan seco.

La poca agua que queda...

Ya en el coche hidraté con una cerveza "por su sitio" y tentempié para aguantar hasta la cena, temperatura muy agradable para cualquier actividad.
De camino al Refugio de Viadós por la pista me encontré un coche "escachao", tuvo mala suerte y se salió de la pista, no se "desprecipocio" porque los arboles y abundante vegetación lo pararon enseguida.

Una pena 😨

En Viadós había poca gente, es el último día que abren hasta la primavera. Cenamos suficiente y bien, cosa que no suele ocurrir en la mayoría de los refugios de montaña.
Estuvimos en el comedor de "charrada" hasta que nos despacharon, a dormir que mañana hay que andar.