CRÓNICAS MONTAÑERAS: Otal o Peña Arañonera 2709 m.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Otal o Peña Arañonera 2709 m.

Domingo 5 de Octubre:

Pico Otal o Peña Arañonera 2709 m.

Circular por el Barranco del Turbón y Valle de Otal

En principio planeé la ascensión al Bachimala y Punta Sabre con unas personas, al final fui a otro pico con distinta gente.
Como siempre el mal tiempo nos asecha, cuanto más lejos del cordal fronterizo más posibilidades de ver el sol. Pensando un plan "B" se me ocurrió Peña Otal, incluida en mi agenda de cumbres pendientes hace tiempo.

El Valle de Otal y el Pico de Ordiso

Los madrugones para excursiones en el día no pueden ser buenos, salgo solo desde Zaragoza para recoger en Huesca a Bea (la andaluza) y la "desaparecida" Sandra (la inefa). Cada vez que Sandra me asegura que va a venir a la montaña con frecuencia no la vuelvo a ver en medio año, y eso es lo que ocurrió la última vez.

El noviembre pasado coronó Peña Otal David (fastman) junto a Víctor (el melenas), me pusieron "los dientes largos" y hasta hoy no he tenido la oportunidad de conquistarlo.
Nos desplazamos al camping que hay a mitad de valle en Bujaruelo, aparcando en un ensanchamiento justo a la entrada antes de un paso canadiense para ganado.

Inicio de la primera canal

Iniciamos la marcha por la pista, nada más cruzar el puente del barranco Turbón un hito a la izquierda marca el comienzo de la senda, avanzamos casi paralelos a la pista atentos a otro mojón para adentrarnos por un marcado sendero en el bosque.

Todo el trayecto es con pendiente fuerte y mantenida, salimos del bosque ascendiendo siempre por el fondo del barranco en busca del terreno más cómodo.

Trepando entre las tinieblas

Aunque camines lento ganas desnivel a marchas forzadas, por eso se hace cumbre relativamente rápido. Tanto Bea como Sandra suben bien, tenemos sol hasta cerca del collado de Otal, las nubes surgen de la nada y nos envuelven tapando la cima.

En el collado baja la temperatura y sopla viento, apenas vislumbramos el fondo de Otal. Giramos a la izquierda en busca de un contrafuerte que cruzamos por una pequeña brecha, pasamos a la vertiente noreste del pico Otal.

Últimos metros por la cresta

No conocemos la zona ni tenemos visibilidad, ayudados por el GPS y algunos hitos avanzamos hasta la base de la supuesta canal por la que deberemos trepar. Evitamos la piedra suelta por la parte izquierda, la niebla da un aire "tétrico" acentuando el ambiente de misterio y aventura.

Desembocamos en otra canal algo más amplia y vertical, remontando por donde menos roca suelta encontramos.

Autorretrato en la cumbre

Nos topamos con una autentica "plantación" de edelweiss o flor de las nieves, es la flor emblemática de las alturas y actualmente protegida en territorio español, símbolo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Se nota de que por aquí no pasa "ni dios", de hecho no vimos absolutamente a nadie en todo el día hasta llegar a Bujaruelo.

Apenas clarea ligeramente la niebla

Muy cerca de la parte superior de esta segunda canal la abandonamos con un delicado flanqueo a la izquierda, en busca de un visible hito situado en la cresta. Un corto tramo de cresta nos lleva a la antecima y la cumbre sin nuevas dificultades.

Nos abrigamos con la intención de esperar lo que sea necesario hasta que aclare y tengamos la posibilidad de disfrutar las estupendas vistas de esta cumbre.

Destrepamos la canal con mucho cuidado

Acabamos medio helados y tan solo ha habido un pequeño "amago" de despeje, no tiene buena pinta. Resignados iniciamos el descenso, destreparemos por la misma canal con sumo cuidado, no es dificil pero la piedra suelta y la humedad que recubre la roca aumenta la peligrosidad.

Pronto salimos de la niebla enganchada en la cima, resguardados del viento nos encontramos a gusto, bajamos comentando con Sandra las novedades acontecidas en sus largos meses de ausencia.

Bajando la pedrera salimos de la niebla

En el collado de Otal propongo la posibilidad de realizar una ruta circular bajando por el Valle de Otal, no conocemos el itinerario, sabemos que es empinado y complicado además de largo, una vez abajo hay que patearse la pista de Otal a Bujaruelo y de ahí hasta el camping.

Dejo elegir a las chicas que por supuesto se decantan por la aventura, cuando nos asomamos hacia Otal casi se nos quitan las ganas, aquello parece un precipicio.

El Valle de Ordesa

Llevo un track del descenso grabado en el GPS, si alguien ha bajado alguna vez nosotros también podemos hacerlo. Con sumo cuidado nos "tiramos" a Otal, como siempre suele ocurrir no es tan "fiero" como parecía, se baja relativamente bien, el problema puede ser encontrar los pasos para salvar las fajas del terreno.

"Aparecen" unos hitos que no coinciden exactamente con el track pero nos guían mejor.

Bea contempla el bosque desde un saliente

Llega un momento que los hitos continúan recto y el track se desvía decididamente a la izquierda, error, de repente desaparecen y acabamos enriscados sobre un inmenso acantilado. Damos vueltas intentando encontrar el "secreto" sin resolver el misterio.

Vamos a lo seguro, remontamos cien metros en busca del track que flanquea por encima de la faja rocosa dirección a la cabecera del valle, hasta un punto donde la muralla cede.

Valle de Otal a vista de pájaro

Cuando pasamos bajo los paredones de roca estudiamos el relieve buscando un itinerario por donde pudiera bajar la misteriosa fila de hitos sin conseguir sacar ninguna conclusión. Una vez en la cabaña de pastores del Valle de Otal nos podemos considerar "salvados", queda una buena "calcetinada" de andar por pista hasta Bujaruelo y al camping donde espera el coche.

Nos hemos pegado nueve horas para un recorrido que bajando por el mismo sitio hubiera costado seis como mucho, 1500 metros de desnivel en unos 16 kilómetros recorridos. Como no paramos de hablar se nos hace corto, esperan las cervezas frescas que con el frío no entran tan bien como deberían, además de picoteo para calmar el hambre antes del viaje de vuelta a casa.