CRÓNICAS MONTAÑERAS: Monte Perdido 3355 m.

jueves, 23 de marzo de 2017

Monte Perdido 3355 m.

Sábado 18 de Marzo:

Monte Perdido 3355 m.

Con esquís desde la Pradera de Ordesa. Etapa 1ª.

Pradera de Ordesa - Cañón de Ordesa - Bosque de las Hayas - Cueva Franichal - Gradas de Soaso - Circo de Soaso - Cola de Caballo - Clavijas de Soaso - Mallata Bernal - Refugio de Góriz - Ciudad de Piedra - Barranco de Góriz - Lago Helado - La Escupidera - Monte Perdido - Refugio de Góriz.

Con Bea (la andaluza), Sara (Saracrof), David (fastman), David (malabarista), Rafa (el freerider) y yo.

Mapa relieve con la ruta

Aprovechamos la estabilidad del manto y buen tiempo reinante para afrontar una ascensión que habitualmente realizamos con la primavera ya avanzada. La dividimos en dos etapas, la primera de una tirada a Monte Perdido desde la Pradera de Ordesa para finalizar pernoctando en Góriz, la segunda con la ascensión circular al Pico Marboré y descenso al coche.

Gradas de Soaso heladas

Tras una "inhumana" madrugada salimos desde Zaragoza a las cinco de la mañana, Rafa, Bea y los dos Davises, en Broto nos espera Sara que viene de Benasque. Pasamos Torla desplazándonos al final de la carretera en la Pradera de Ordesa donde estacionamos.
Preparamos las mochilas que hemos aligerado lo posible, el riesgo de aludes es mínimo, osea el arva pala y sonda sobran, ni saco, poca agua, apenas nada de comida, la ropa puesta y una muda, cortavientos crampones, piolet, casco y poco más.

Circo de Soaso

Con calzado de verano porteando esquís, con sus botas colocadas en las fijaciones, comenzamos la marcha un día fresco y despejado. Clásico recorrido a la Cola de Caballo salpicado con manchas de nieve y hielo cada vez más frecuentes, hartos de dar patinazos ponemos botas y esquís en la cota 1650. Yo escondo las botas de verano tras unos matojos, los demás prefieren acarrearlas.

Cascada Cola de Caballo

Solo descalzamos un par de veces para cruzar sendos torrentes, las Gradas de Soaso las subimos con esquís, la verdad es que aquello era hielo y piedras con riesgo palpable de irte al río. Foqueamos el Circo de Soaso hasta la Cola de Caballo donde la nieve se esfuma, la cascada va cargada de agua siendo más bonita de lo habitual.

Trepando por las clavijas

Mis compañeros vuelven a cambiar de botas, yo no tengo esa posibilidad afrontando las clavijas en seco con botas de esquiar. Se suben perfectamente y mejor sin transportar los dos kilos y medio que pesan sobre la espalda.
Cruzamos varios neveros pero hasta la cota 2050 no es continua, siguiendo unos palos azules clavados en la nieve llegamos al soleado Refugio de Góriz.

Refugio de Góriz

Nos presentamos al guarda, dejamos en las taquillas lo que no necesitamos, comemos un poco y enseguida continuamos el foqueo camino a Monte Perdido, prácticamente a las 12,30 de la mañana.
Para entrar el la cuenca del Barranco de Góriz nos desplazamos primero el Este en suave ascenso hasta encontrar una zona donde amansa la pendiente rectificando dirección Norte.

Enfilamos al Barranco de Góriz

Progresamos aproximadamente sobre el trazo del camino de verano, afloran muchas piedras pero queda mucha nieve, sobre todo en cotas altas. El farallón que defiende el Lago Helado lo salvamos por la derecha adentrándonos en la vaguada de la desafiante Escupidera.
Los tonos rojizos de la nieve vieja cambian a un blanco nuclear, vemos en la parte alta de la Escupidera un grupo situado en el punto más crítico que apenas avanza.

Abajo queda el bonito Valle de Ordesa

Alcanzamos el collado de la primera Escupidera donde comienza el peligro foqueando con cuchillas, la nieve se conserva dura a pesar del sol. El grupo persiste atascado en el mismo punto mogollón de rato, bajo ellos se abren los abismos, no apreciamos su huella en la nieve que suponemos pétrea, todo indica que podemos tener problemas.

La mole del Cilindro

Permanecemos un buen rato parados con dudas, en cualquier caso lo intentaremos y si no lo vemos claro retrocederemos antes de meternos en un callejón sin salida. Esperando aparece un grupo de "machacas" con las suelas de sus esquís inmaculadas, ponen crampones e inician el ascenso por delante nuestro.
Les observamos atentamente con un poco de suspense viendo que suben como "Pedro por su casa", rápido y sin apenas usar el piolet.

Collado del Lago Helado

Nuestro ánimo cambia por completo y salimos tras ellos. Efectivamente la nieve esta dura pero los crampones agarran a la perfección, con un bastón y usando el piolet como segundo bastón mientras aseguramos cada paso, hollamos la cumbre de Monte Perdido en poco rato y sin ningún contratiempo.

La temible Escupidera

La meteo es buena, temperatura agradable, vistas al infinito que invitan a permanecer bastante rato en la cumbre, disfrutamos de las mejores panorámicas del Pirineo.
Afrontamos el descenso despacio pero muy tranquilos, desde la cima nos plantamos en el Refugio en una hora. En 25 minutos bajamos los 240 metros de la Escupidera hasta los esquís y en 35 quitamos crampones, ponemos esquís y deslizamos los 1000 metros de desnivel restantes hasta la puerta del Refugio de Góriz.

El primer tramo lo superamos con esquís

Posiblemente la nieve que encontramos sea la mejor en todo lo que va de temporada, crema con base dura, palas vírgenes solo para nosotros. Cuando avistamos el refugio en la terraza había infinidad de montañeros tomando el sol mientras nos observaban, aprovechamos que tenemos público para "lucirnos" encadenado infinidad de giros.

En el collado de la Escupidera ponemos crampones

Una vez establecidos, con ropa seca y todo recogido brindamos con las merecidas cervezas. Han sido 2100 metros de desnivel acumulados en 21 kilómetros que hemos completado en 9 horas paradas incluidas.
Pasamos el rato sentados en el refugio hasta la hora de cenar. El menú consistió en un plato de garbanzos con caldo del que repetimos todos, y un par de "potentes" longanizas con arroz bien condimentado más el postre dulce.

Paso crítico

Somos unos "triperos" y quedamos satisfechos con la cena, podemos decir que estuvo muy bien. Pasamos la sobremesa jugando a las cartas hasta que el sueño me pudo, fui el primero en ir a la cama y me levante el último al día siguiente. La experiencia nos dice que en días como estos cuanto más tarde salgamos mejor, hay que dejar al sol que se trabaje la nieve para evitar caídas.
Mañana completaremos la segunda etapa con la ascensión circular al Pico Marboré y vuelta a la Pradera y Zaragoza.