CRÓNICAS MONTAÑERAS: Estiba Freda 2701 m.

lunes, 1 de febrero de 2016

Estiba Freda 2701 m.

Domingo 24 de Enero:

Estiba Freda 2701 m.

Sierra Negra desde la Cabaña de Ardones con esquís y raquetas

Raquel progresa con raquetas por una escasa capa de nieve

Tras la "accidentada" jornada de ayer en el Gallinero, continuamos con la segunda parte del cursillo de Esquí para "secretarias". Visto lo visto en el Gallinero a Raquel le pondremos unas raquetas e iremos esperándola si hace falta.

El Estiba Freda es una cumbre sencilla, ideal para iniciarse al esquí de travesía e incluso para raquetas. Yaiza se encargó de redactar la "Crónica".

Poco a poco van asomando los "tresmiles" de Benasque

CRÓNICA DE YAIZA:

Segundo día de esquí de travesía: Daniel (Kamizake), Raquel, Clara y yo (Yaiza). Nos levantamos a las 8.00 a.m. hora asequible (impresionante), desayunamos tranquilamente nuestros vasos de leche, chocolate caliente, zumos y bollos variados para coger fuerzas. La ascensión al Pico Gallinero de ayer no requirió un gran esfuerzo, estamos listos para darlo todo en el Estiba Freda.

Fuertes contrastes por la falta de nieve

Montamos esquís y raquetas en el coche y nos dirigimos a Cerler, el sol asoma con ganas y las nubes parecen haber sido castigadas sin salir. Dejamos el coche dentro de la pista de Ardonés (al principio), abunda la nieve dentro de ella, como Daniel es un “macarra” decide poner el coche a prueba.

Nos calzamos esquís y en el caso de Raquel, las raquetas con las que irá más cómoda.

Sierra de Chía y macizo de Cotiella

Tenemos que foquear cuatro kilómetros de pista hasta el refugio de pastores donde comienza la ascensión. De manga corta y sin prisa pero sin pausa, porteamos de vez en cuando los esquís; pues falta nieve en algunos tramos y será mejor no rallarlos. Ya en el refugio de pastores, tomamos un respiro y nos ponemos las cuchillas, básicamente para evitar malabares en mitad de nieve tiesa.

Raquel con el Perdiguero

Daniel nos guía buscando los pocos tramos de nieve que vamos encontrando; la primera pala se encontraba dura como una piedra pero ya en el lomo danzamos felices disfrutando de las espectaculares vistas de Posets-Maladeta, una foto por aquí y otra por allá.

Clara no se encuentra al 100%, las botas la están matando y sus espinillas empiezan a coger tonalidades arcoíris por lo que decidimos detenernos en la base de la última pala del Estiba Freda para que Clara pueda esperarnos y dejar de sufrir. Raquel también se queda, va con raquetas y la subida se le hará pesada.

El Aneto desde la cumbre del Estiba Freda

Picamos algo, Daniel y yo salimos como rayos deseosos de llegar a la cima. Haciendo “zetas” sobre las huellas de otros esquiadores nos posicionamos en el cordal que se encuentra venteado y con poca nieve (dura) por lo que a unos cien metros de la cima nos quitamos esquís y echamos a andar incómodamente con las botas “super rígidas” a toda velocidad y enseguida encontramos en la cima.

Nos ha costado 25 minutos, el día que salga en solitario con él al monte uno de los dos “morirá”.

Cara sur Maladetas - Aneto

Tenemos unas vistas de 360º inmejorables: Aneto, Coronas, Tempestades,Culebras, Vallibierna, las Maladetas, Posets… Aprovechamos para hacernos un “photobook” express y enseguida bajamos hasta los esquís. Yo voy literalmente “acongojada” (por no decirlo de otra manera), la nieve esta “tiesísima” y al pasar por encima de ella ruge con ganas. Para mi consuelo tenemos que esquiar la pala (para mí, pared) que anteriormente habíamos subido, la nieve estaba mucho mejor, si te caes no llegarás a ningún lado (pensé).

Culebras y Vallibierna

De todas formas sigo los giros de Daniel y llegamos triunfantes hasta el lugar en el que esperan Clara y Raquel. Ya todos juntos, continuamos descendiendo como “pedro por su casa” evitando las rocas y maleza que sobresalen atónitas por la temperatura. Ya cerca del refugio de pastores debemos hacer frente a la “pared” de nieve dura (si te caes en esta te vas a tomar por…., volví a pensar) La pobre de Clara iba entre los surcos que Daniel y yo íbamos haciendo y tuvo alguna “caída” tonta, un moratón más un moratón menos, que mas da.

De las Forquetas al Posets

Enseguida cogemos la pista y empezamos a remar como posesos, en estos momentos te das cuenta de que pierna tienes mucha, pero brazo… Al rato pensé en que no me había caído ninguna vez (ese día) hasta que sorteando un árbol caído besé el suelo. De forma inmediata intenté ponerme en pie para que Daniel no me viera y la contara como caída, pero os aseguro que ponerse de pie con los esquís en llano no es nada fácil…

El Perdiguero

Derrotada tuve que pedir ayuda al “Kamizake” (ayer se cayó…) que ¡¡no tardó en reírse…!! y seguimos remando hasta el coche. Ducha, “comida” y a Zaragoza.

Ha resultado ser un fin de semana estupendo, con muy buen tiempo y gran compañía; Clara y yo hemos recordado el esquí y Raquel ya sabe como debe perfeccionar su nivel. Espero volver pronto, hasta la próxima.