CRÓNICAS MONTAÑERAS: Balaitús 3144 m.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Balaitús 3144 m.

Sábado 26 de Agosto:

Balaitús 3144 m.

Desde la Sarra por la Gran Diagonal

La Sarra - Barranco de Aguas Limpias - Llano de Cheto - Barranco de Arriel - Ibones de Arriel - Ibón Chelau - Abrigo Michaud - Gran Diagonal - Balaitus - Descenso por el mismo itinerario.

Con Bea (secretaria) y Pilar (la rubia).

Ibón de Arriel Bajo

El Balaitús es una colosal montaña y emblemática del Pirineo. Difícil por cualquier ruta, primer ‘tresmil’ desde el Cantábrico, no pasa desapercibida, es uno de los gigantes pirenaicos. Su imprescindible ascensión es deseada por cualquier montañero.
La ruta más frecuentada es la que discurre por la brecha Latour desde Respomuso. Su corredor supone un serio contratiempo para quien no tenga nociones de escalada.

El Palas al fondo

Hoy optamos por otra alternativa menos técnica pero tampoco fácil. La Gran Diagonal exige varias trepadas pasando por zonas expuestas y existe peligro de caída de piedras.
El motivo principal de subir y bajar por la misma ruta es no tener que transportar cuerdas, arneses y material de escalada, preferimos hacer una excursión rápida y ligera.

Pico Arriel y sus ibones

A las seis de la mañana quedamos en Zaragoza Bea y yo para viajar a Formigal donde hemos quedado con Pilar, tomaremos un café para espabilarnos y subiremos a la Sarra, punto de inicio de la ascensión.
A la nueve comenzamos el "pateo" por la GR dirección a Respomuso, pasado el llano de Cheto cruzamos el enronado puente sobre el barranco de Arriel para desviarnos a la izquierda.

La pendiente se acentúa

En la cota 1860 el camino se divide en dos variantes que se unen finalizado el bosque, es mejor ir por la de más abajo, evita una zona de bloques y se avanza más cómodamente. Vamos charlando y no nos fijamos acabando en la de arriba, al final tenemos que bajar unos metros para recuperar el camino normal.

Ibón Chelau

Cruzamos el barranco de nuevo y ya no hay problemas, senda única bien señalizada y por trazos evidentes hasta el desagüe de los Arrieles.
Atravesamos la cuenca de los ibones, poco antes de llegar al ibón alto cambiamos de sendero a la derecha por otro menos evidente, enseguida nos elevaremos por empinadas palas siguiendo hitos directos al ibón Chelau.

Balaitús al fondo

Nos enfrentamos a una amplia canal sembrada de rocas, si seguimos los hitos por la izquierda aprovecharemos las pocas zonas herbosas existentes progresando ligeramente mejor.
Poco a poco remontamos al evidente comienzo de la Gran Diagonal marcada en su inicio por el abrigo Michaud, una cueva excavada en la roca donde se puede pernoctar sin ninguna comodidad pero resguardado.

Remontando hacia la Diagonal

No vamos rápido pero mantenemos buena media sin detenernos para nada. Pilar no se ve con energía suficiente para subir y poder afrontar un descenso en condiciones, decide dar por finalizado su ascenso, reposará y comerá en el abrigo e irá bajando tranquilamente por el mismo camino.
Bea y yo continuamos, las trepadas y lugares expuestos son los preferidos por Bea, sale disparada por delante y yo detrás procurando no perderla.

Abrigo Michaud

Enseguida llegamos a las canales finales, se me "escapa" y tengo que pedirle que espere y me explique por dónde narices ha subido tan fácilmente. Por fin llegamos a la cúspide echando en falta la característica estructura metálica sobre el vértice cimero.
Probablemente las inclemencias meteorológicas se han encargado de "descojonarlo" convirtiéndolo en un amasijo de tubos que afean la cumbre.

Inicio de la Gran Diagonal

Hace frío pero abrigados aguantamos bien, Bea está contenta y fresca. Tomamos abundantes fotos en todas direcciones, selfies incluidos. Nos parapetamos al resguardo del viento y comemos algo antes de empezar el largo descenso.
El cielo se va cubriendo y anuncian probabilidad de tormentas, comenzamos pronto a bajar.

El principio es sencillo

Mando a Bea en cabeza de investigadora para que me indique los destrepes más sencillos, con cuidado y muy entretenidos destrepamos eligiendo resaltes más claros que por donde hemos subido.
Sin enterarnos llegamos al abrigo, proseguimos rápido y sin pausas, solo para tomar alguna foto que inmortalice los fotogénicos ibones de Arriel.

Pasos aéreos

Llegamos a la Sarra prácticamente a la vez que Pilar, una vez sin botas y con ropa seca nos sentamos en las mesas junto al río para dar cuenta de las cervezas y merendar "por su sitio".
Bea y yo nos despedimos de Pilar y regresamos a Zaragoza, no sin antes parar a mitad viaje a tomar el café de rigor, tal y como mandan los cánones.